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SEXUALIDAD, FETICHE Y OBJETO - iztacala.unam.mx

revista Electr nica de Psicolog a Iztacala. 15, (1), 2012 310. Vol. 15 No. 1 Marzo de 2012. SEXUALIDAD, FETICHE Y OBJETO . Jos Antonio Mej a Coria1. Facultad de Estudios Profesionales Iztacala Universidad Nacional Aut noma de M xico RESUMEN. El objetivo del presente texto es realizar un breve esclarecimiento sobre el estatuto de la sexualidad y el FETICHE en psicoan lisis. Cabe se alar que la sexualidad est anulada en el campo de la ciencia: su inter s radica en la funci n del rgano como fundamento de la biolog a de la vida, desde esta mirada el sujeto queda fuera del campo del estudio de la vida sexual, la sexualidad queda reducida al puro estatuto org nico. En primera instancia, la cuesti n que gu a el presente art culo es la pregunta por lo sexual, pregunta por lo sexual que es pregunta por el estatuto te rico del psicoan lisis.

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1 revista Electr nica de Psicolog a Iztacala. 15, (1), 2012 310. Vol. 15 No. 1 Marzo de 2012. SEXUALIDAD, FETICHE Y OBJETO . Jos Antonio Mej a Coria1. Facultad de Estudios Profesionales Iztacala Universidad Nacional Aut noma de M xico RESUMEN. El objetivo del presente texto es realizar un breve esclarecimiento sobre el estatuto de la sexualidad y el FETICHE en psicoan lisis. Cabe se alar que la sexualidad est anulada en el campo de la ciencia: su inter s radica en la funci n del rgano como fundamento de la biolog a de la vida, desde esta mirada el sujeto queda fuera del campo del estudio de la vida sexual, la sexualidad queda reducida al puro estatuto org nico. En primera instancia, la cuesti n que gu a el presente art culo es la pregunta por lo sexual, pregunta por lo sexual que es pregunta por el estatuto te rico del psicoan lisis.

2 La aproximaci n hacia el OBJETO FETICHE nos da la posibilidad de plantear la escisi n entre la sexualidad como instinto y la sexualidad como perteneciente al campo pulsional, esta ltima referida al campo de lo puramente humano. Palabras clave: FETICHE , OBJETO , sexualidad, sujeto. SEXUALITY, FETISH AND OBJECT. ABSTRACT. The aim of the present text is to realize a brief clarification on the statute of the sexuality and the fetish in psychoanalysis. It is necessary to indicate that the sexuality is annulled in the field of the science: his interest takes root in the function of the organ as foundation of the biology of the life, from this look the subject stays out of the field of the study of the sexual life, the sexuality remains come down to the pure organic statute. In the first 1. Profesor de Asignatura A.

3 Facultad de Estudios Superiores Iztacala, Universidad Nacional Aut noma de M xico. Correo electr nico: revista Electr nica de Psicolog a Iztacala. 15, (1), 2012 311. instance, the question that guides the present article is the question for the sexual thing, asks for the sexual thing that is a question for the theoretical statute of the psychoanalysis. The approximation towards the object fetish gives us the possibility of raising the split between the sexuality as instinct and the sexuality as belonging to the field pulsional, the latter recounted to the field of the purely human thing. Key words: fetish, object, sexuality, subject. INTRODUCCI N. Desde Freud, la sexualidad es toda actividad puesta al servicio de la b squeda y obtenci n de placer. Existen diversos discursos acerca de la sexualidad ya sea la concepci n biologicista, normativa, disciplinaria, de higienismo, etc.

4 Y la sexualidad desde el psicoan lisis. Para entender un poco m s esta relaci n de la sexualidad con la patolog a, me remitir a lo que se maneja acerca de las pulsiones, as como la libido. En primer lugar las pulsiones, son el empuje mientras la libido se refiere a la energ a de las pulsiones sexuales. La libido se puede entender como las ganas, deseo, aspiraci n, es decir, la libido es la energ a de las pulsiones sexuales que se despliegan en complejos de representaciones inconscientes, ordenan la sexualidad y la investidura de algunas representaciones corporales. Y por tanto esta investidura para en una representaci n a otra buscando las primeras experiencias de satisfacci n p rdidas y por tanto la pulsi n no est dirigida a servir a la genitalidad, m s bien obedece a la satisfacci n del placer. Por tanto para Freud el cuerpo va a ser en su totalidad una zona er gena (Desprats-P quignot, 1994).

5 Cuerpo como sin nimo de er geno. La sexualidad humana se conceptualiza como polimorfa, perversa, aberrante o anormal gira alrededor del falo y desde el psicoan lisis no se ve ligada de manera directa y unidimensional a los genitales ni a lo coital. Es una tensi n constante, en tanto que siempre est en la b squeda de placer y al servicio del erotismo. Freud con sus tres ensayos de sexualidad infantil abre el paso a una nueva percepci n de esta ya que para el a o de 1905 ni siquiera era concebida la revista Electr nica de Psicolog a Iztacala. 15, (1), 2012 312. idea de que existiera sexualidad desde la ni ez como parte de una normalidad en su naturaleza. Seg n Freud la sexualidad es el resultado de un complejo proceso de desarrollo que comienza en la infancia, pasa por una serie de etapas unidas a diferentes funciones y zonas corporales (oral, anal y genital), y se corresponde con distintas fases en la relaci n del ni o con los adultos, especialmente con sus padres.

6 En este desarrollo es esencial el periodo ed pico, momento en el que el ni o por primera vez es capaz de establecer un v nculo afectivo con su progenitor del sexo opuesto, semejante a la relaci n de un adulto con su pareja, con lo que el progenitor del mismo sexo es considerado un rival. La sexualidad retomada desde la posici n freudiana habla de una separaci n expl cita del discurso de la sexolog a y de la biolog a en tanto que hablan de un OBJETO adecuado, predeterminado instintualmente para la satisfacci n del individuo. Freud realiz una verdadera ruptura epistemol gica ante la posici n de la sexolog a desarrollada hacia fines de del siglo XIX como ciencia natural del comportamiento sexual, al separar la sexualidad de sus fundamentos biol gico- anat mico-genital, para estudiar su representaci n subjetiva, y por ende social.

7 Por lo tanto, el psicoan lisis no se encarga del sexo como diferencia anat mica, sino de la sexualidad como construcci n ps quica, como posici n del sujeto ante el deseo, deseo que se diferencia del amor en la medida en que el amor est ligado de manera estrecha al cuerpo, deseo que se distingue asimismo de la necesidad porque su satisfacci n depende de condiciones fantasm ticas que determinan la elecci n del OBJETO como el tipo de actividad sexual. Es importante mencionar que en psicoan lisis, la relaci n del sujeto con el OBJETO , es una relaci n de exterioridad, el OBJETO no est dentro del sujeto, le ex-iste, es ese algo que desde la exterioridad hace efectos en la constituci n ps quica subjetiva. Por esta raz n, en la teor a del psicoan lisis se encuentran un conjunto de conceptos, los cuales no se refieren al sexo como un fen meno evidente, por ejemplo: pulsi n, libido, fantasma, apoyo (apuntalamiento) o bisexualidad.

8 Lo anterior es planteado por Freud en Tres ensayos para una teor a sexual (1905), el estudio de las perversiones, el abordaje sobre la sexualidad infantil como polimorfa-perversa, la constituci n del sujeto en tanto efecto del deseo, son revista Electr nica de Psicolog a Iztacala. 15, (1), 2012 313. evidencia de que lo propuesto por Freud ubica al sujeto como precipitado de un entramado subjetivo en el que sin otro (ac Padre y Madre), por lo tanto en los siguientes p rrafos trataremos de articular los elementos implicados en la constituci n sexual del sujeto. En primer plano, para poder hablar de constituci n sexual en psicoan lisis, es necesario abordar el concepto de pulsi n, est . concepto proviene del alem n Trieb que significa empujar, y lo mismo sucede con la pulsi n que en lat n significa empujar (pulsio); la pulsi n es una fuerza relativamente indeterminada en lo que respecta al comportamiento que dar lugar se refiere al car cter irrefrenable del proceso de excitaci n m s que a una finalidad o a un OBJETO de satisfacci n precisos.

9 Es importante diferenciar la pulsi n del instinto (en tanto que en ocasiones Trieb ha sido traducida al espa ol como instinto), precisamente instinto (instinkt) nos remite a una esquema de comportamiento heredado, propio de cada especie animal, el cual no var a o var a muy poco entre un individuo y otro, el instinto est adaptado al OBJETO adecuado para su satisfacci n y responde a una finalidad preestablecida, la cual, en primer plano es la finalidad de la sobrevivencia (reproducci n y mantenimiento) de la especie, o en todo caso, la sobrevivencia del organismo. Considerando esto podemos ver que Freud habla de instinto cuando se refiere al comportamiento animal, de manera que al hablar de pulsi n establece una ruptura entre el sexo como funci n biol gica (puramente reproductiva) y la sexualidad humana, la cual no es un dato natural sino en la cual se apela a una construcci n compleja de relaciones intersubjetivas.

10 I. El concepto de pulsi n aparece en la obra de Freud Tres ensayos para una teor a sexual (1905), pero como mencionan Tubert (2000) ya en el Proyecto de una psicolog a para neur logos aparece un distinci n entre dos tipos de excitaci n que afectan al aparato ps quico, por un lado est n las excitaciones externas, de las que el sujeto trata de huir y protegerse (por ejemplo el reflejo de la pupila en el cual se cierran los ojos ante una luz muy intensa), y por otro lado, las excitaciones internas que provienen del propio organismo y de las cuales es imposible escapar. revista Electr nica de Psicolog a Iztacala. 15, (1), 2012 314. All ya aparece la referencia a est flujo constante de excitaci n, el cual es la fuente energ tica que incita a la actividad ps quica y la hace posible, esto en la medida en que la pulsi n a diferencia del instinto es indeterminada, pues como Freud la define es una exigencia de trabajo para el aparato ps quico , exigencia que necesita ser correspondencia pues del trabajo exigido depende toda la actividad ps quica.


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