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TEOLOGIA CONTEMPORANEA PREFACIO - …

TEOLOGIA CONTEMPORANEA PREFACIO El movimiento ecum nico nos recuerda una y otra vez que el cristiano est dividido en demasiados grupos--cat lico, presbiteriano, metodista, bautista, episcopal. Tambi n trata de recordarnos que estas divisiones son relativamente poco importantes. Este libro representa, en cierto modo, la historia de tales divisiones. Pero, como cualquiera puede ver de inmediato, no se concentra en denominaciones sino en doctrina. Y el pensamiento central del mismo es que las divisiones mayores dentro de la iglesia cristiana no son las que separan a presbiterianos y metodistas, bautistas y episcopales, lo que muchos han dado en llamar "denominacionalismo.

algún modo. La teología contemporánea es demasiado "teología del mundo" como para olvidar, que el mundo en que hoy vivimos es una "aldea." Por esta razón, el lector occidental advertirá de inmediato abundantes alusiones

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1 TEOLOGIA CONTEMPORANEA PREFACIO El movimiento ecum nico nos recuerda una y otra vez que el cristiano est dividido en demasiados grupos--cat lico, presbiteriano, metodista, bautista, episcopal. Tambi n trata de recordarnos que estas divisiones son relativamente poco importantes. Este libro representa, en cierto modo, la historia de tales divisiones. Pero, como cualquiera puede ver de inmediato, no se concentra en denominaciones sino en doctrina. Y el pensamiento central del mismo es que las divisiones mayores dentro de la iglesia cristiana no son las que separan a presbiterianos y metodistas, bautistas y episcopales, lo que muchos han dado en llamar "denominacionalismo.

2 " La divisi n mayor es la que existe entre los que creen en el Cristo de la Biblia, que da pruebas de s mismo, y los que no creen en El; entre los que proclaman un Dios soberano y trino, que da pruebas de s mismo y se autorrevela, y los que no creen en El; entre los que, con fe sencilla, creen que el mundo es el campo de batalla de fuerzas sobrenaturales y los que no lo creen. Esta divisi n es importante. Como dijo en cierta ocasi n el famoso te logo presbiteriano J. Gresham Machen, es la divisi n que separa, no una forma de Cristianismo de otra, sino una religi n de otra; es la divisi n que separa al Cristianismo de lo que Machen llam con renuencia "liberalismo" (aunque opinaba que "naturalismo" era un t rmino m s descriptivo).

3 El problema crucial en esta divisi n no es la pol tica o la cortes a con que uno debate los temas en los tribunales de la iglesia. El problema crucial no es ni siquiera nuestra relaci n personal con Jesucristo. Claro que esta decisi n respecto a Jesucristo divide al cristiano del no cristiano; al creyente en jes s del creyente en Confucio. Pero lo que nos concierne es teolog a, no fe personal. Y el problema crucial que divide la ense anza sana y la buena teolog a de la ense anza falsa y la mala teolog a es la autoridad de la Biblia.

4 Creemos en la Biblia o no? Al hacer de la confiabilidad de la Biblia la piedra de toque de nuestra evaluaci n de la teolog a, debemos hacer una advertencia. En nuestro estudio no juzgamos la relaci n salvadora de las personas con Jesucristo. Como lo ha dicho Harold O. J. Brown, "Hay muchos teol gicamente `liberales' que son verdaderos cristianos, porque el Cristianismo en la persona depende de la actitud del coraz n o tica de la persona. Hay cristianos que dan malos ejemplos de teolog a, al igual que hay cristianos que dan malos ejemplos de moralidad.

5 El cristiano que desee conservar tanto su sensatez como su caridad " en el trato con los que son teol gicamente liberales y radicales debe tener presente ambos hechos: primero, un cristiano puede tener una baja (liberal) teolog a y/o una, moralidad baja (permisiva, hedonista, relativista), y con todo seguir siendo cristiano; segundo, ninguna baja teolog a es teolog a cristiana y ninguna baja tica es tica cristiana. Un cristiano creyente con una baja teolog a o una baja tica va a tener problemas en su propia vida y causara problemas en las vidas de otros.

6 " Nosotros haremos nuestra cr tica a la luz de la sima cristiano-liberal/naturalista, y empleamos t rminos como "reformado," "calvinista," para describir la perspectiva desde la cual efectuamos dicha cr tica. Estamos de acuerdo con Bultmann en que "es imposible la ex gesis sin presupuestos." Pero, al contrario de Bultmann, cuyos presupuestos son existencialistas, afirmamos que los nuestros son los que nos proporciona la Biblia misma. Partimos de la Biblia, nos movemos a trav s de la Biblia, nos movemos hacia la Biblia.

7 Muchos repudiar n esta clase de cr tica consider ndola circular, o nos acusar n de debatir dentro de un sistema cerrado. Nuestra nica refutaci n es que toda argumentaci n, como el mismo Bultmann ha admitido, es arg ir circularmente.' El nico interrogante es: Qui n ha trazado el circulo? Quien ha cerrado el sistema? En cuanto el c rculo tenga como centro la Biblia, tendr tambi n como centro a Dios. Y una mente centrada en Dios siempre est cerrada, en el sentido m s hermoso de la expresi n. Nuestro anhelo es que haya m s mentes cerradas, m s personas que arguyan en funci n del circulo de Dios.

8 La orientaci n m s obvia de este manual es la de ser critico. Pero no pretende en modo alguno ser minucioso, ni como introducci n al mundo teol gico contempor neo, ni como an lisis. Como sugiere su mismo t tulo, ofrece un esbozo, un esquema b sico, una gu a de calles y lugares de inter s. Al mismo tiempo, como toda gu a, procura dar el panorama m s amplio posible. Y por ello tratamos no s lo de presentar los movimientos principales sino de asegurar que estos movimientos se vean como sistemas y no como un conglomerado de sem foros y de se ales viales.

9 Nuestra cr tica no se preocupa tanto de las se ales viales como de los sistemas mismos. Con esto bien presente, recomen-damos encarecidamente los escritos del Dr. Cornelius Van Til como el trabajo de alguien que se preocupa de la cr tica, de sistemas y de sus presupuestos subyacentes. Esta obra se apoya b sicamente en la estructura que el Dr. Van Til plantea de los problemas teol gicos contempor neos. Pero escribimos para gente no-especializada, para quienes este mundo teol gico parece un territorio nuevo. Y para todo el que viaja por nuevos territorios, las gu as son inicialmente m s provechosas que los libros de texto de 600 p ginas.

10 Tambi n escribimos teniendo presentes las tierras de las llamadas "iglesias j venes," teniendo en mente a pastores cuya preparaci n teol gica quiz no vaya m s all de la de un instituto b blico o de un programa de educaci n teol gica por extensi n, pero que se sientan turbados porque algunas de las voces que oyen no parecen tener un timbre b blico. Nuestra esperanza es que este manual les sirva tambi n de alg n modo. La teolog a contempor nea es demasiado "teolog a del mundo" como para olvidar, que el mundo en que hoy vivimos es una "aldea.


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