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ALFRED MARSHALL Y LA ESCUELA DE CAMBRIDGE. UNA …

ALFRED MARSHALL Y LA ESCUELA DE CAMBRIDGE. UNA VISI N MULTIDISCIPLINAR DE LA ECONOM A. Eduardo Bueno Campos Catedr tico y Vicerrector de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA). Jos Garc a N ez Profesor de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA). El mejor m todo para dominar una disciplina consiste en ense arla . (Te n de Alejandr a, padre de Hypatia, siglo IV). RESUMEN. En el presente trabajo se reconoce la figura y obra del economista brit nico, ALFRED MARSHALL , maestro de reputados y conocidos economistas del siglo XX, considerado posiblemente como el economista con mayor formaci n cient fica y riqueza intelectual de la historia del an lisis econ mico hasta nuestros d as. Recorriendo su trayectoria personal, su formaci n acad mica y su actividad cient fica, se analizar n brevemente sus aportaciones principales, que fueron bastantes, al conocimiento econ mico y en concreto a la transformaci n de la econom a, dada su gran aportaci n a la concepci n de la actual econom a del conocimiento , representado, en suma, el papel del precursor de la estructura y funcionamiento de la econom a contempor nea, como u

3 College de la Universidad de Cambridge fundada en 1209 e integrada por treinta y un College; facultades y residencias universitarias en las que estudian y viven los estudiantes.

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1 ALFRED MARSHALL Y LA ESCUELA DE CAMBRIDGE. UNA VISI N MULTIDISCIPLINAR DE LA ECONOM A. Eduardo Bueno Campos Catedr tico y Vicerrector de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA). Jos Garc a N ez Profesor de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA). El mejor m todo para dominar una disciplina consiste en ense arla . (Te n de Alejandr a, padre de Hypatia, siglo IV). RESUMEN. En el presente trabajo se reconoce la figura y obra del economista brit nico, ALFRED MARSHALL , maestro de reputados y conocidos economistas del siglo XX, considerado posiblemente como el economista con mayor formaci n cient fica y riqueza intelectual de la historia del an lisis econ mico hasta nuestros d as. Recorriendo su trayectoria personal, su formaci n acad mica y su actividad cient fica, se analizar n brevemente sus aportaciones principales, que fueron bastantes, al conocimiento econ mico y en concreto a la transformaci n de la econom a, dada su gran aportaci n a la concepci n de la actual econom a del conocimiento , representado, en suma, el papel del precursor de la estructura y funcionamiento de la econom a contempor nea, como un sistema de flujos de experiencias, informaci n y conocimiento entre agentes que integran, compiten y se relacionan en un determinado espacio socioecon mico.

2 1. INTRODUCCI N. Este trabajo sobre la magna aportaci n de ALFRED MARSHALL (1842-1924) al pensamiento tecnocient fico de la econom a en la perspectiva actual de la misma y que viene siendo denominada basada en el conocimiento , pretende rendir un modesto homenaje al cient fico, al economista ingl s, maestro de conocidos y exitosos economistas del siglo XX; herederos de las ense anzas del Profesor MARSHALL , titular de la c tedra de Econom a Pol tica de la Universidad de Cambridge (Inglaterra) y fundador de la llamada ESCUELA de Cambridge o Neocl sica, de brillante influencia en el devenir cient fico del an lisis econ mico, adem s de la Royal Economic Society (entonces denominada British Economic Association) y de la revista cient fica Economic Journal.

3 As mismo, este trabajo presenta un an lisis de su aportaci n al conocimiento cient fico de la econom a, como ciencia social, con cierto rigor y evitando interpretaciones ideol gicas sobre su vida y pensamiento. A lo largo de la moderna historia de las doctrinas econ micas MARSHALL ha protagonizado un encendido debate entre sus seguidores y sus cr ticos, posiciones muy condicionadas por la orientaci n pol tica del autor de referencia. Como indica Becattini (1990) es importante hacer justicia a su figura cient ficamente moderna desde una perspectiva actual y muy superior en este sentido a otros economistas de su tiempo y contempor neos. En suma, como se ir viendo en las p ginas siguientes, ni se le puede considerar como el gran pensador y revolucionario marginalista, ni tampoco un hip crita victoriano, reticente de la ESCUELA cl sica.

4 Todav a, como se va a ir exponiendo, los economistas de hoy pueden seguir aprendiendo de las ideas anal ticas de MARSHALL expuestas en sus Principles y en el resto de sus seis obras fundamentales y complementarias a stos. Posiblemente, el citado debate sobre la figura y pensamiento de MARSHALL viene propiciado por su car cter y por su estilo anal tico, cr tico y en cierta medida provocador que rezuman las p ginas de 1. las obras indicadas. Era un hombre de gran inquietud intelectual, inconformista con la sociedad victoriana en que vivi la mayor parte de su vida, salvo las estancias breves que pas en Estados Unidos y en Alemania; imaginativo, independiente y perfeccionista en su oficio como cient fico y como economista; pero, muy sensible a las cr ticas, como reconocen algunos de sus m s importantes y conocidos alumnos, caso de Pigou, Keynes y Joan Robinson, entre otros.

5 ALFRED MARSHALL En consecuencia, en las p ginas que siguen se ofrecer n unos datos biogr ficos sobre el hombre, su tiempo y su vida personal, para despu s ir concretando c mo logr su formaci n cient fica y su concepci n del quehacer del ALFRED MARSHALL economista, para terminar presentando sus aportaciones a la construcci n de un marco te rico con solidez metodol gica de cara a explicar el objeto de la econom a como ciencia y no como arte o metaf sica. Planteamiento que desarrolla con un enfoque epistemol gico ecl ctico y reformador para su poca y con un claro contenido multidisciplinar; postura coherente con la ciencia actual, lo que le permite ser considerado como el economista con mayor formaci n cient fica y riqueza intelectual de la historia del an lisis econ mico.

6 Para esta consideraci n, el trabajo se ha apoyado en las contribuciones sobre MARSHALL de economistas de diferentes pocas, como son, entre otros: De Torres (1948), Schumpeter (1954), Becattini (1979 y 1990), Bueno (2003 y 2004), Trull n (2009 y 2010) y Longo (2012). Finalmente el trabajo terminar resumiendo sus aportaciones principales, sus directrices cient ficas, recogidas fundamentalmente en su obra se era de los Principles ( MARSHALL , 1890). 2. EL HOMBRE, SU TIEMPO Y SU OFICIO. ALFRED MARSHALL naci en el barrio londinense de Clapham, un 26 de julio de 1842, hijo de William MARSHALL , cajero del Banco de Inglaterra y de Rebeca Oliver, maestra. Estudi los primeros cursos de letras y de lenguas cl sicas en la Merchant Taylor's School; ingresando en 1861 en el St John's College de Cambridge para licenciarse brillantemente en 1855 en matem ticas, para despu s seguir estudiando metaf sica y tica.

7 Su inquietud intelectual y su devoci n por la filosof a le llev a estudiar alem n y viajar a Alemania, nada m s licenciarse, para mejorar el conocimiento de la lengua y poder leer en original a su admirado Kant, lo que le permiti conocer a economistas e intelectuales alemanes relevantes de su poca, caso por ejemplo de Von Th nen (1783-1850) y a su joven alumno Carl Menger (1840-1921), quien junto al ingl s William Stanley Jevons (1835-1882) y el franc s Leon Walras (1834-1910) fueron los fundadores de la ESCUELA Marginalista de la econom a, basada en su teor a de la utilidad marginal, como teor a del valor. Su formaci n en matem ticas y en humanidades le permitieron ser profesor y tutor de los estudiantes, primero en la licenciatura de matem ticas y luego en ciencias morales, en el St John's 2.

8 College de la Universidad de Cambridge fundada en 1209 e integrada por treinta y un College;. facultades y residencias universitarias en las que estudian y viven los estudiantes. Desempe o que tuvo que abandonar en 1877 por las circunstancias que se comentar n m s adelante. En 1871, con motivo de la publicaci n por Jevons de la Theory of Political Economy, de la que MARSHALL hizo una fr a rese a en Academy, decide orientar sus estudios y centrar su actividad acad mica en la Econom a pol tica. Hay que indicar, como reconoce Schumpeter (1954), que en esos momentos tanto en Gran Breta a, como en Alemania, Austria y Francia, la profesi n de economista no est bien definida, ni reconocida, por lo que las carreras o estudios de econom a ten an poca independencia, dado que estaban integradas en los estudios de ciencias morales.

9 En este sentido, cabe destacar que la c tedra de Econom a pol tica de Cambridge era una de las pocas existentes con cierta tradici n del Reino Unido, c tedra que ocupaba Henry Fawcett (1833-1884), ciego, pero a n joven y con una salud de hierro, y en la que se estudian los economistas ingleses cl sicos, caso de Adam Smith, David Ricardo y John Stuart Mill, qui n con su Principles of Political Economy de 1848. representa el programa fundamental del conocimiento econ mico de la poca. En consecuencia, su formaci n matem tica, en humanidades y su devoci n por la filosof a le llevaron a una dedicaci n singular al estudio de la econom a y del papel y oficio del economista como nueva profesi n en el t rmino del siglo XIX. Estudio que se centr en el m todo de investigaci n de aqu lla y en un proceso de b squeda permanente de explicaciones sobre los problemas sociales reales, incorporando continuamente conocimientos de otras disciplinas para entender su universo.

10 En sus propias palabras: la econom a pol tica en sentido propio , es decir, la econom a pol tica o econom a es el estudio de la humanidad en las ocupaciones ordinarias de la vida -de las actividades del hombre en los actos corrientes de la vida-, examina aquella parte de la acci n individual y social que est m s ntimamente relacionada con la consecuci n y uso de los requisitos materiales del bienestar (Principles of Economics, 1890; Libro Primero, ). En 1877 MARSHALL contrae matrimonio con una exalumna, Mary Paley (1850-1944), bisnieta del famoso archidi cono de Carlisle, William Paley (1743-1805), lo que le obliga a tener que abandonar su funci n de tutor en el St John's College, dadas las normas o c digo tico de Cambridge University; lo cual le provoca una importante reducci n de sus ingresos, por lo que acepta ser Rector y profesor de econom a pol tica en el University College de Bristol durante el per odo 1877-1981, donde tambi n ense a su esposa.


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