Transcription of HECHOS - Iglesia Reformada
1 HECHOSEste libro une los evangelios con las ep stolas. Contiene muchos detalles sobre los ap stolesPedro y Pablo, y de la Iglesia cristiana desde la ascensi n de nuestro Se or hasta la llegada de SanPablo a Roma, per odo de unos treinta a os. San Lucas es el autor de este libro; estuvo presente enmuchos de los sucesos relatados y atendi a Pablo en Roma. Pero el relato no entrega una historiacompleta de la Iglesia durante el per odo a que se refiere, ni siquiera de la vida de San Pablo. Se haconsiderado que el objetivo de este libro es: 1. Relatar la forma en que fueron comunicados losdones del Esp ritu Santo en el d a de Pentecost s, y los milagros realizados por los ap stoles paraconfirmar la verdad del cristianismo, porque muestran que se cumplieron realmente lasdeclaraciones de Cristo.
2 2. Probar la pretensi n de los gentiles de haber sido admitidos en la Iglesiade Cristo. Gran parte del contenido de este libro demuestra eso. Una gran parte de los HECHOS loocupan los discursos o sermones de diversas personas, cuyos lenguajes y maneras difieren, y todoslos cuales se ver que son conforme a las personas que los dieron, y las ocasiones en que fueronpronunciados. Parece que la mayor a de estos discursos son s lo la sustancia de lo que fue dicho enel momento. Sin embargo, se relacionan enteramente a Jes s como el Cristo, el Mes as ungido. CAP TULO IVers culos 1 5. Pruebas de la resurrecci n de Cristo. 6 11. La ascensi n de Cristo. 12 14. Losap stoles se re nen orando. 15 26. Mat as es elegido en lugar de 1 5. Nuestro Se or dijo a los disc pulos la obra que ten an que hacer.
3 Los ap stoles sereunieron en Jerusal n, habi ndoles mandado Cristo que no se fueran de ah pero esperasen elderramamiento del Esp ritu Santo. Esto ser a un bautismo por el Esp ritu Santo, que les dar a poderpara hacer milagros e iba a iluminar y a santificar sus almas. Esto confirma la promesa divina y nosanima para depender de ella, porque la o mos de Cristo y en l todas las promesas de Dios son s yam 6 11. Se apresuraron para preguntar lo que su Maestro nunca les mand ni les anim abuscar. Nuestro Se or sab a que su ascensi n y la ense anza del Esp ritu Santo pronto pondr an fina esas expectativas y, por tanto, s lo los reprendi ; pero esto es una advertencia para su Iglesia detodos los tiempos: cuidarse de desear conocimientos prohibidos.
4 Hab a dado instrucciones a susdisc pulos para que cumplieran su deber, tanto antes de su muerte y desde su resurrecci n, y esteconocimiento basta para el cristiano. Basta que l se haya propuesto dar a los creyentes una fuerzaigual a sus pruebas y servicios; que, bajo el poder del Esp ritu Santo, sean de una u otra maneratestigos de Cristo en la tierra, mientras en el cielo l cuida con perfecta sabidur a, verdad y amor desus intereses. Cuando nos quedamos mirando y ocupados en nimiedades, que el pensar en lasegunda venida de nuestro Maestro nos estimule y despierte: cuando nos quedemos mirando ytemblando, que nos consuelen y animen. Que nuestra expectativa as sea constante y jubilosa,poniendo diligencia en ser hallados irreprensibles por 12 14.
5 Dios puede hallar lugares de refugio para su pueblo. Ellos suplicaron. Todo elpueblo de Dios es pueblo de oraci n. Ahora era el momento de los problemas y peligros para losdisc pulos de Cristo; pero si alguien est afligido, ore; eso acallar sus preocupaciones y ten an una gran obra que hacer y, antes que la empezaran, oraron fervientemente a Diospidiendo su presencia. Esperando el derramamiento del Esp ritu y abundando en oraci n. Los queest n orando son los que est n en mejor situaci n para recibir bendiciones espirituales. Cristo hab aprometido enviar pronto al Esp ritu Santo; esa promesa no ten a que eliminar la oraci n, sinovivificarla y alentarla. Un grupo peque o unido en amor, de conducta ejemplar, ferviente para orar,y sabiamente celoso para el progreso de la causa de Cristo, probablemente crezca con 15 26.
6 La gran cosa de la que los ap stoles deb an atestiguar ante el mundo era laresurrecci n de Cristo, porque era la gran prueba de que l es el Mes as, y el fundamento de nuestraesperanza en l. Los ap stoles fueron ordenados, no para asumir dignidades y poderes mundanales,sino para predicar a Cristo y el poder de su resurrecci n. Se efectu una apelaci n a Dios: T ,Se or, que conoces los corazones de todos , cosa que nosotros no, y es mejor que ellos conozcan elsuyo. Es adecuado que Dios escoja a sus siervos y, en la medida que l, por las disposiciones de suprovidencia o los dones del Esp ritu, muestra a quien ha escogido, o qu ha escogido para nosotros,debemos adecuarnos a su voluntad. Reconozcamos su mano en la determinaci n de cada cosa quenos sobrevenga, especialmente en alguna comisi n que nos sea TULO IIVers culos 1 4.
7 El descenso del Esp ritu Santo en el d a de Pentecost s. 5 13. Los ap stoleshablan en diferentes lenguas. 14 36. El serm n de Pedro a los jud os. 37 41. Tres mil almasconvertidas. 42 47. La piedad y el afecto de los disc 1 4. No podemos olvidar con cu nta frecuencia, aunque su Maestro estaba con ellos, hubodiscusiones entre los disc pulos sobre cu l ser a el m s grande, pero ahora todas esas discordiashab an terminado. Hab an orado juntos m s que antes. Si deseamos que el Esp ritu sea derramadosobre nosotros desde lo alto, tengamos unanimidad. Pese a las diferencias de sentimientos eintereses, como las hab a entre esos disc pulos, pong monos de acuerdo para amarnos unos a otros,porque donde los hermanos habitan juntos en unidad, ah manda el Se or su bendici n.
8 Un vientorecio lleg con mucha fuerza. Esto era para significar las influencias y la obra poderosa del Esp ritude Dios en las mentes de los hombres, y por medio de ellos, en el mundo. De esta manera, lasconvicciones del Esp ritu dan lugar a sus consolaciones; y las r fagas recias de ese viento benditopreparan el alma para sus c firos suaves y amables. Hubo una apariencia de algo como llamas defuego, que ilumin a cada uno de ellos, seg n lo que Juan el Bautista dec a de Cristo: l osbautizar con el Esp ritu Santo y con fuego. El Esp ritu, como fuego, derrite el coraz n, quema laescoria, y enciende afectos piadosos y devotos en el alma, en la cual, como el fuego del altar, seofrecen los sacrificios espirituales. Fueron llenos del Esp ritu Santo m s que antes.
9 Fueron llenosde las gracias del Esp ritu, y m s que antes, puestos bajo su influencia santificadora; m s separadosde este mundo, y m s familiarizados con el otro. Fueron llenos m s con las consolaciones delEsp ritu, se regocijaron mas que antes en el amor de Cristo y la esperanza del cielo: en eso fueronsorbidos todos sus temores y sus penas. Fueron llenos de los dones del Esp ritu Santo; tuvieronpoderes milagrosos para el avance del evangelio. Hablaron, no de pensamientos o meditacionesprevios, sino como el Esp ritu les daba que 5 13. La diferencia de lenguas que surgi en Babel ha estorbado mucho la difusi n delconocimiento y de la religi n. Los instrumentos que el Se or emple primero para difundir lareligi n cristiana, no podr an haber progresado sin este don, lo cual prob que su autoridad era 14 21.
10 El serm n de Pedro muestra que estaba completamente recuperado de su ca da ycabalmente restaurado al favor divino; porque el que hab a negado a Cristo, ahora lo confesabaosadamente. Su relato del derramamiento milagroso del Esp ritu Santo estaba concebido paraestimular a sus oyentes a que abrazaran la fe de Cristo y se unieran a su Iglesia . Fue cumplimientode la Escritura y fruto de la resurrecci n y ascensi n de Cristo, y prueba de ambos. Aunque Pedroestaba lleno del Esp ritu Santo y hablaba en lenguas conforme el Esp ritu le daba que hablase, nopens en dejar de lado las Escrituras. Los sabios de Cristo nunca aprenden m s que su Biblia; y elEsp ritu es dado, no para suprimir las Escrituras, sino para capacitarnos para entenderlas, aprobarlasy obedecerlas.