U Las aventuras de Pinochon - ILCE

1 0 Las aventuras de Pinocho Carlo Collodi (1826-1890) Una cruza na 1 LAS aventuras DE PINOCHO Carlo Collodi NDICE Cap tulo I. De c mo el carpintero Maese Cereza encontr un trozo de madera que lloraba y re a como un ni o.. 5 Cap tulo II. Maese Cereza regala el pedazo de tronco a su amigo Gepeto, el cual lo acepta para construir un mu eco maravilloso, que sepa bailar, tirar a las armas y dar saltos mortales.. 10 Cap tulo III. De vuelta Maese Gepeto en su casa, comienza sin dilaci n a hacer el mu eco, y le pone por nombre Pinocho. Primeras moner as del mu eco.. 16 Cap tulo IV.

2 De lo que sucedi a Pinocho con el grillo-parlante, en lo cual se ve que los ni os malos no se dejan guiar por quien sabe m s que ellos.. 24 Cap tulo V. Pinocho tiene hambre, y buscando encontr un huevo el cual pensaba preparar; pero cuando menos los pensaba se encontr con que sali volando por la ventana.. 29 Cap tulo VI. Pinocho se duerme junto al brasero, y al despertarse a la ma ana siguiente se encuentra con los pies carbonizados.. 33 Cap tulo VII. Gepeto vuelve a su casa, y le da al mu eco el desayuno que el buen hombre ten a para s .. 36 2 Cap tulo VIII. Gepeto arregla los pies a Pinocho, y vende su chaqueta para comprarle una cartilla.

3 42 Cap tulo IX. Pinocho vende su cartilla para ver una funci n en el teatro de mu ecos.. 47 Cap tulo X. Los mu ecos del teatro reconocen a su hermano Pinocho y le reciben con las mayores demostraciones de alegr a; pero en lo mejor de la fiesta aparece el amo de los mu ecos, Tragalumbre, y pinocho corre peligro de terminar sus aventuras de mala 52 Cap tulo XI. Tragalumbre estornuda y perdona a Pinocho, el cual, despu s salva la vida de su amigo Arlequ 57 Cap tulo XII. Tragalumbre regala a Pinocho cinco monedas de oro para que se las lleve a su padre Gepeto; pero Pinocho se deja enga ar por la zorra y el gato y se marcha con ellos.

4 63 Cap tulo XIII. La posada de El Cangrejo Rojo.. 72 Cap tulo XIV. Por no haber hecho caso a los consejos del grillo-parlante, se encuentra Pinocho con unos ladrones .. 79 Cap tulo XV. Los ladrones contin an persiguiendo a Pinocho y cuando al fin consiguen darle alcance, le cuelgan del encino grande .. 86 Cap tulo XVI. La hermosa ni a de los cabellos azules hace recoger el mu eco; le mete en la cama, y manda llamar a tres m dicos para saber si est vivo o muerto.. 92 Cap tulo XVII. Pinocho se come el az car sin querer purgarse; pero al ver que llegan los enterradores para llev rselo, bebe toda la purga. Despu s le crece la nariz por decir mentiras.

5 99 3 Cap tulo XVIII. Pinocho vuelve a encontrarse con la zorra y el gato, y se va con ellos a sembrar sus cuatro monedas en el campo de los milagros.. 109 Capitulo XIX. Roban a Pinocho sus monedas de oro, y adem s le tienen cuatro meses en la c rcel.. 118 Cap tulo XX. Libre ya de la prisi n, trata de volver a la casa del Hada; pero encuentra en el camino una terrible serpiente y despu s queda preso en un cepo.. 125 Cap tulo XXI. Cae Pinocho en poder de un labrador que le obliga a servir de perro para custodiar un gallinero.. 131 Cap tulo XXII. Pinocho descubre a los ladrones, y en recompensa de su fidelidad queda libre.

6 136 Cap tulo XXIII. Pinocho llora la muerte de la hermosa ni a de los cabellos azules; despu s encuentra una paloma que los lleva a la orilla del mar, y ah se arroja al agua para ir a salvar a su pap .. 142 Cap tulo XXIV. Arriba Pinocho a La Isla de las Abejas industriosas y encuentra al Hada.. 153 Cap tulo XXV. Pinocho promete al Hada ser bueno y estudiar .. 164 Cap tulo XXVI. Pinocho va con sus compa eros de escuela a la orilla del mar para ver al terrible drag n .. 169 Cap tulo XXVII. Gran pelea entre Pinocho y sus compa eros. Uno de estos cae herido, y Pinocho es preso por la guardia civil.. 175 4 Cap tulo XXVIII.

7 Pinocho corre peligro de ser frito en una sart n como un pez .. 187 Cap tulo XXIX. Vuelve Pinocho a casa del Hada. Gran merienda de caf con leche para solemnizar el xito de Pinocho en sus ex menes.. 196 Cap tulo XXX. Pinocho, se escapa con su amigo Esp rrago al Pa s de los Juguetes.. 210 Cap tulo XXXI. Despu s de cinco meses de vagancia, Pinocho nota con gran asombro que le ha salido un magn fico par de orejas de asno, y acaba por convertirse en un burrito, con cola y todo.. 220 Captulo XXXII. Le nacen a Pinocho orejas de burro, despu s se convierte en verdadero burrito y empieza a rebuznar.. 232 Cap tulo XXXIII.

8 Convertido Pinocho en un burrito verdadero, es llevado al mercado de animales y comprado por el director de una compa a de titiriteros para ense arle a bailar y a saltar por el aro.. 244 Cap tulo XXXIV. Pinocho, es arrojado al mar y devorado por los peces. Vuelve a su primitivo estado de mu eco; pero mientras nada para salvarse, se lo traga el terrible drag n marino.. 259 Cap tulo XXXV. Pinocho encuentra en el cuerpo del drag a qui n encuentra? Cuando leas este cap tulo lo sabr s.. 273 Cap tulo XXXVI. Por fin Pinocho deja de ser un mu eco y se transforma en un muchacho.. 283 5 CAPITULO I De c mo el carpintero Maese Cereza encontr un trozo de madera que lloraba y re a como un ni o.

9 Pues, se or, ste Un rey! dir n en seguida mis peque os lectores. Pues no, muchachos nada de eso. Este era un pedazo de madera. Pero no un pedazo de madera de lujo, sino sencillamente un le o de esos con que en el invierno se encienden las estufas y chimeneas para calentar las habitaciones. Pues, se or, es el caso que, Dios sabe c mo, el le o de mi cuento fue a parar cierto d a al taller de un viejo carpintero, cuyo nombre era Maese Antonio, pero al cual llamaba todo el mundo Maese Cereza, porque la punta de su nariz, siempre colorada y reluciente, parec a una cereza madura.

10 Cuando maese Cereza vio aquel le o, se puso m s contento que unas Pascuas. Tanto, que 6 comenz a frotarse las manos, mientras dec a para su capote: Hombre! Llegas a tiempo! Voy a hacer de ti la pata de una mesa! Dicho y hecho; tom el hacha para comenzar a quitarle la corteza y desbastarlo. Pero cuando iba a dar el primer hachazo, se qued con el brazo levantado en el aire, porque oy una vocecita muy fina, muy fina, que dec a con acento suplicante: No! No me des tan fuerte! Ya se imaginar n c mo se quedar a el bueno de Maese Cereza! Sus ojos asustados recorrieron la estancia para ver de d nde pod a salir aquella vocecita, y no vio a nadie.