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ESTRUCTURAL-FUNCIONALISMO: UN ANLISIS …

Revista Latinoamericana de Sociolog a. Vol. VI: sep, y : Buenos Aires, Argentina, p. 358-388. estructural -FUNCIONALISMO: UN AN LISIS CR TICO DE SU ESTRUCTURA Y FUNCI N Paul Oquist y Oscar Oszlak 1. Introducci n La tarea de descripci n precede l gicamente a la actividad de an lisis cr tico. Pero para una adecuada descripci n resulta crucial fijar los l mites de la materia descripta. Sin embargo, satisfacer estos simples requerimientos cuando la materia es el an lisis estructural -funcional (al que nos referiremos alternativamente como E-F ) resulta un objetivo dif cil de cumplir. Los paradigmas del funcionalismo que se han formulado tienden a reflejar versiones particulares de los autores ubicados dentro de este enfoque, en lugar de concentrarse en los elementos b sicos de esta forma de an lisis.

circunscribir los casos en que resulta apropiado el empleo de la subclase de explicación teleológica conocida como análisis funcionalista (o funcional).

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1 Revista Latinoamericana de Sociolog a. Vol. VI: sep, y : Buenos Aires, Argentina, p. 358-388. estructural -FUNCIONALISMO: UN AN LISIS CR TICO DE SU ESTRUCTURA Y FUNCI N Paul Oquist y Oscar Oszlak 1. Introducci n La tarea de descripci n precede l gicamente a la actividad de an lisis cr tico. Pero para una adecuada descripci n resulta crucial fijar los l mites de la materia descripta. Sin embargo, satisfacer estos simples requerimientos cuando la materia es el an lisis estructural -funcional (al que nos referiremos alternativamente como E-F ) resulta un objetivo dif cil de cumplir. Los paradigmas del funcionalismo que se han formulado tienden a reflejar versiones particulares de los autores ubicados dentro de este enfoque, en lugar de concentrarse en los elementos b sicos de esta forma de an lisis.

2 Del mismo modo, los cr ticos tienden a dedicar atenci n a un n mero limitado de tratadistas y a aspectos particulares del estructural - funcionalismo en lugar de tratar este enfoque en su conjunto. Por lo tanto, nuestro primer objetivo ser explicar lo que creemos que es (y lo que no es) el estructural - funcionalismo. Nuestra formulaci n constar de dos partes: 1) un marco l gico , que incluye un intento de delimitar al E-F como forma singular de an lisis; y 2) un marco conceptual , que presentamos en forma de un paradigma ideal que enfatiza los conceptos e interrelaciones b sicos m s comunes de este enfoque considerado en forma agregada, en lugar de examinar escuelas particulares de pensadores. Ambas aventuras descriptivas est n pre adas de dificultades casi obvias.

3 En aras de lograr mayor flexibilidad deberemos pagar el precio de cierta arbitrariedad en algunas deducciones, pero los criterios sobre los que stas se basan no ser n creemos, del todo irrazonables. Este procedimiento supone, y as lo esperamos, que las p rdidas debidas a la rigidez se compensen por una mayor claridad. En beneficio de una exposici n sucinta tambi n deberemos estipular algunas convenciones. En definitiva, nos resignamos inevitablemente a una versi n del estructural -funcionalismo, ya que la versi n es una imposibilidad emp rica, si no l gica. Pensamos que los frutos de este ejercicio se producir n en la secci n final, donde el an lisis cr tico que se ofrece podr ser juzgado en relaci n con una descripci n del E-F m s precisa (y por lo tanto m s vulnerable) de la que habitualmente se encuentra.

4 Ya en el primer intento de fijar los l mites del an lisis E-F, los riesgos de esta empresa se hacen r pidamente evidentes. En seguida nos encontramos con los que aducen, de uno u otro modo, que los l mites simplemente no existen. Por ejemplo, Kingsley Davis (1959, p. 757) ha se alado que no hay ning n m todo especial o cuerpo de teor a llamado an lisis funcional que pueda distinguirse de otros m todos o teor as dentro de la sociolog a y de la antropolog a social . Marion Levy (h) adopta una l nea distinta, pero igualmente plantea dudas sobre la validez de identificar un enfoque diferenciable: Descuidado por usos negligentes de definiciones y de teleolog a, el an lisis E-F es simplemente un sin nimo para el an lisis cient fico expl cito en general (Levy, 1968, p. 22) 1 Como no deseamos acabar tan pronto este ensayo, no estamos dispuestos a aceptar las proposiciones que preceden.

5 En consecuencia, como primera convenci n estipularemos que, a los efectos de este trabajo, nuestro inter s en el an lisis E-F se limita a aquel que puede ser identificado como enfoque diferenciable en ciencias sociales. Aquellas variedades de an lisis funcional que no pueden identificarse como tales trascienden los alcances de este trabajo. Por convenci n no trataremos los t rminos an lisis funcional y estructural -funcionalismo como sin nimos. La primera expresi n se referir a una forma de explicaci n cient fica (es decir un modo de generalizaci n). La segunda ser utilizada para identificar un tipo de esquema anal tico conceptual que construye a efectos de facilitar la generaci n de proposiciones susceptibles de an lisis funcional. Este tratamiento poco ortodoxo sirve para clarificar las cuestiones que constituyen la principal preocupaci n de este trabajo.

6 La frase an lisis estructural -funcional ser usada comprensivamente para denotar tanto los elementos l gicos como los conceptuales del enfoque general que nos ocupa. 2. An lisis funcional: un marco l gico Las explicaciones funcionales son consideradas generalmente como una subclase de explicaci n teleol gica (Gregor, 1968, p. 432). Hempel (1965, p. 303) indica que ..el an lisis funcional es una modificaci n de la explicaci n teleol gica, es decir explicaciones que no tienen como referencias causas que producen el fen meno en cuesti n sino fines que determinan su curso . Este tipo de explicaci n es anal ticamente distinguible del tipo nomol gico m s familiar de la variedad causal . La forma l gica de tales explicaciones requiere, para que puedan ser tiles, canalizarse a trav s de un tipo especial de conceptualizaci n del sistema de estudio.

7 Gregor (1968, p. 432) se ala: ..los enunciados funcionales son considerados apropiados nicamente en relaci n a aquellos sistemas, biol gicos o mec nicos, que poseen mecanismos de automantenimiento para determinados rasgos del sistema. Hemplet (1965, p. 323): Para el an lisis funcional como procedimiento cient fico es esencial, por lo tanto, que sus conceptos claves sean expl citamente construidos en relaci n a alg n standard de supervivencia o ajuste . Tanto la estructura l gica formal del an lisis funcional /que ser tratada in extenso oportunamente) como los requisitos que hacen apropiada su aplicaci n, distinguen este m todo de generalizaci n de otras formas de explicaci n cient fica1. El an lisis funcional es, sin lugar a dudas, un tipo de an lisis cient fico, pero su forma y requerimientos no son coextensivos con el an lisis cient fico en el m s amplio sentido de la palabra.

8 Se trata de una forma de explicaci n singular e identificable, en el sentido de que la autorregulaci n no es un quid pro quo del an lisis cient fico en general. En este sentido disentimos con la proposici n de Levy. Merton (1949, 1967, p. 106) se ala en su paradigma: Encastrada en todo an lisis funcional existe alguna concepci n, t ctica o expresa, de los requisitos funcionales del sistema en observaci n . La definici n del t rmino funci n resulta cr tica a esta altura. La mir ada de connotaciones que el t rmino tiene, tanto en el uso diario como en el de la ciencia social, ha tra do considerable confusi n. Ser a pues prudente analizar estas connotaciones. El significado espec fico del concepto en t rminos del marco conceptual del estructural -funcionalismo ser tratado en el curso de la presentaci n de nuestro paradigma ideal.

9 Por ahora, queremos simplemente 1 De acuerdo con Nagel (1957, pp. 251-2) las locuciones funcionales se traducen generalmente a t rminos no funcionales. Pero resulta irrefutable que las locuciones del funcionalismo son distinguibles en su forma y s lo aplicables a sistemas dirigidos a un objetivo. 2circunscribir los casos en que resulta apropiado el empleo de la subclase de explicaci n teleol gica conocida como an lisis funcionalista (o funcional). Merton (1949, 1967, pp. 74-75) identifica cinco connotaciones significativas: 1) funci n social (por ejemplo fiesta, reuni n, etc); 2) ocupaci n; 3) funciones de un status (por ejemplo x est funcionando); 4) funciones matem ticas; y 5) los procesos vitales u org nicos considerados en el sentido de su contribuci n al mantenimiento del organismo.

10 La quinta acepci n tiene sus or genes en la ciencia biol gica y ha sido adoptada como analog a (esto es: organismo = unidades sociales) en ciencia social2. Esta connotaci n corresponde al tipo susceptible de an lisis funcional en sentido estricto. Ernest Nagel (1961, pp. 522-26) enumera seis versiones del t rmino, relevantes para las ciencias sociales: 1) el t rmino matem tico; 2) un conjunto inclusive de procesos u operaciones sin referencia a efectos (por ejemplo el funcionamiento del sistema postal); 3) funciones vitales (por ejemplo los atributos determinantes de organismos de modo que si un cuerpo org nico carece de uno de los atributos no cuenta como organismo vivo ); 4) alg n uso o utilidad de una cosa (por ejemplo la utilidad de una cocina o del estudio); 5) ( ntimamente relacionado con 4) un conjunto m s o menos inclusivo de consecuencias que un elemento o actividad determinada produce en el sistema como un todo al cual este elemento o en otros elementos del sistema ; 6).


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