Guía Bíblica de discipulado - Iglesia Cristiana …

1 Gu a B blica de discipulado I. Por el Pastor Ren Mej a Vides Una herramienta para ayudar a los nuevos convertidos a ser establecidos en las doctrinas m s importantes de la Palabra de Dios 1 GUIA B BLICA PARA EL discipulado Amado hermano(a): Dios en su infinito amor ha establecido que podamos ser instrumentos para discipular a aquellas vidas que l en su providencia env e para que puedan ser establecidas en la verdad. La presente gu a es un instrumento para ayudarle a poder comprender y apreciar mejor la Supremac a de nuestro Dios y su infinitamente sabio plan de redenci n. Discipular es ense ar, en palabra y ejemplo, lo que nuestro Dios en su infinita misericordia ha ministrado a nuestros corazones. Es por esta raz n que le animo a preparar su coraz n delante de la santa presencia de nuestro Dios, para inquirir en lo que a continuaci n es expuesto a trav s de las sagradas escrituras; a suplicar a nuestro Dios poder vivir a la luz de ese entendimiento, a fin de poderlo ense ar con claridad y autoridad, a aquellas vidas nacidas de nuevo y hambrientas por contemplar la grandeza de nuestro Se or y su maravilloso plan de redenci n.

2 Le animo a inspirarse en la vida de Esdras, el escriba que ha modelado los tiempos de restauraci n, y de quien dice la Sagrada Escritura: Esdras 7:10 Porque Esdras hab a preparado su coraz n para inquirir la ley de Jehov y para cumplirla, y para ense ar en Israel sus estatutos y decretos. El estudio es extenso, pero le sugiero no tratar de correr, sino m s bien a enfocarse en que las vidas a discipular, vayan gradualmente absorbiendo la verdad de la doctrina B blica. Recordemos que el hacer disc pulos es un mandato de nuestro amado Se or y Salvador. En el libro de Mateo 28:19 encontramos estas preciosas palabras: Por tanto, id, y haced disc pulos a todas las naciones, bautiz ndolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Esp ritu Santo; 20 ense ndoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aqu yo estoy con vosotros todos los d as, hasta el fin del mundo.

3 Am n. Analicemos por un momento esta bendita encomienda que nuestro Se or nos hizo. ID: poreuomai: Implica salir, caminar etc. El Se or nos desaf a salir de nuestro peque o mundo que nos rodea, salir de la comodidad de nuestros hogares, salir de los muchos afanes e responder al llamamiento celestial, siendo instrumentos en las manos de nuestro Dios, con el poder y la autoridad de nuestro Se or. HACED DISC PULOS: matheteuo: Instruir, ense ar, haciendo alumnos. Ense ar las doctrinas del Evangelio que hemos aprendido de nuestro Se or Jesucristo. La encomienda es ir a todas las naciones. Comencemos a hacerlo en la nuestra y permitamos que el Poder de la Palabra sea el que establezca y transforme las vidas de los disc pulos. El Se or fue muy expl cito al se alar que un disc pulo aprende por que el discipulador ense a y vive al expresar: ense ndoles que guarden todas las cosas que os he mandado.

4 Lo que el Se or ha escrito en el coraz n del que discipula, ser ministrado con autoridad al coraz n del disc pulo. BAUTIZ NDOLES: Es importante que el discipulador entienda que su labor en el Se or, es m s que solamente guiar a las personas a trav s de un estudio B blico. Su misi n es ense arle el camino de santidad, sin la cual nadie ver al Se or, y uno de los primeros pasos en este caminar es el bautismo en las aguas, a trav s del cual testifica delante de nuestro Se or, sus santos ngeles, las huestes de maldad y los testigos presentes, su muerte a la vida de pecado. El Bautismo es una ordenanza establecido por nuestro Se or Jesucristo, a fin de que sea una se al externa de su identificaci n con l, en su muerte a la vida de pecado, sepultura de la antigua manera de vivir y resurrecci n a una nueva vida, la cual ahora la vive el poder de aquel que resucit de entre los muertos.

5 2 Muchos han querido recibir lo mejor de Dios y a la vez continuar con la vida de pecado. El Ap stol Pablo responde a lo anterior de la siguiente manera: Romanos 6:1 Qu , pues, diremos? Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? 2 En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, c mo viviremos a n en l? 3 O no sab is que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jes s, hemos sido bautizados en su muerte? 4 Porque somos sepultados juntamente con l para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucit de los muertos por la gloria del Padre, as tambi n nosotros andemos en vida nueva. ESTOY CON VOSTROS: La presencia del Se or prometida para todos aquellos que responden al llamado de discipular a otros. La autoridad y poder de Cristo que le fue encomendada: Mateo 28:18 Y Jes s se acerc y les habl diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.

6 Debemos recordar que esta obra no es de hombres y que la presencia y el poder del Se or estar n presentes TODOS LOS DIAS, para ungirnos con leo de Alegr a y capacitarnos para hacer la obra que l nos ha encomendado. Mi oraci n es que esta gu a sea de ayuda para exponer Su Palabra a las vidas necesitadas, recordando que la misma es viva y eficaz, m s cortante que toda espada de dos filos y que har todo aquello para lo cual es enviada. Que el Esp ritu Santo despierte cada vez m s un amor por su Santa Palabra, que Dios nos conceda ver muchas vidas establecidas y transformadas por ella y que en todo podamos darle la Gloria al nico que la merece. Ren Mej a Vides NDICE DE TEMAS 1. Las Sagradas Escrituras P g. 4 - 15 2. Nuestro Dios P g. 16 - 19 3. El Hombre, su ca da y restauraci n P g. 20 - 22 4. El pecado P g. 23 - 29 5. El Arrepentimiento P g.

7 30 - 35 6. El llamamiento Divino P g. 36 - 37 7. La Salvaci n P g. 38 - 47 8. El Perd n de los pecados P g. 48 - 51 9. El Bautismo en las Aguas P g. 52 - 55 10. La Santificaci n del Cristiano P g. 56 - 58 11. La llenura del Esp ritu Santo P g. 59 - 65 12. Creados para Adorar y disfrutar a Dios P g. 66 - 72 13. La Perseverancia de los Santos P g. 73 85 14. La Iglesia y su Prop sito P g. 86 104 15. La Santa Cena P g. 105 109 16. El Matrimonio P g. 110 114 17. Los Padres y Las Sagradas Escrituras P g. 115 120 18. Los Hijos y las Sagradas Escrituras P g. 121 124 19. La Econom a Hogare a y Las Sagradas Escrituras P g. 125 130 20. La Segunda Venida de Cristo P g. 131 - 142 3 LAS SAGRADAS ESCRITURAS Aunque la luz de la naturaleza, las obras de la creaci n y de providencia dejan sin excusa al ser humano, pues hasta cierto punto, le dan a conocer la bondad, la sabidur a y el poder de Dios; sin embargo, estas no bastan para impartir el conocimiento de Dios y su voluntad necesarios para la salvaci n.

8 Por eso Dios tuvo a bien darse a conocer a su Iglesia en distintas ocasiones y de diversas maneras, y comunicarle cual es su voluntad. Luego agrad a Dios dejar constancia escrita de ello para conservar y propagar mejor la verdad, as como para consolar y establecer con mayor seguridad a la Iglesia contra la corrupci n de la carne y la maldad de Satan s y del mundo. As que la Escritura es una necesidad suprema pues Dios ya no comunica hoy su voluntad a su pueblo como antes lo hizo. Agrad a nuestro Dios inspirar a los hombres que en su Soberan a escogi para tal prop sito, a fin de que escribieran aquello que les fue revelado por el Santo Esp ritu. Deuteronomio 31:19 Ahora pues, escrib os este c ntico, y ens alo a los hijos de Israel; ponlo en boca de ellos, para que este c ntico me sea por testigo contra los hijos de Israel. Jerem as 30:2 As habl Jehov Dios de Israel, diciendo: Escr bete en un libro todas las palabras que te he hablado.

9 Habacuc 2:2 Y Jehov me respondi , y dijo: Escribe la visi n, y decl rala en tablas, para que corra el que leyere en ella. Apocalipsis 1:19 Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser despu s de estas. Bajo el nombre de la Sagrada Escritura o la Palabra escrita de Dios, ahora se contienen todos los libros del Antiguo y Nuevo Testamento y los cuales son: Del Antiguo Testamento G nesis 2 . Cr nicas Daniel xodo Esdras Oseas Lev tico Nehem as Joel N meros Ester Am s Deuteronomio Job Abd as Josu Salmos Jon s Jueces Proverbios Miqueas Rut Eclesiast s Nah m 1 . Samuel Cantares Habacuc 2 . Samuel Isa as Sofon as 1 . Reyes Jerem as Hageo 2 . Reyes Lamentaciones Zacar as 1 . Cr nicas Ezequiel Malaqu as Del Nuevo Testamento Mateo Efesios Hebreos Marcos Filipenses Santiago Lucas Colosenses 1 . Pedro Juan 1 .Tesalonicenses 2 . Pedro 4 Hechos de los Ap stoles 2.

10 Tesalonicenses 1 . Juan Romanos 1 . Timoteo 2 . Juan 1 . Corintios 2 . Timoteo 3 . Juan 2 . Corintios Tito Judas G latas Filem n Apocalipsis El Antiguo Testamento fue escrito originalmente en hebreo (que en la antig edad fue el idioma propio del pueblo de Dios) y el Nuevo Testamento fue escrito en Griego (que al escribirse era el lenguaje m s generalizado en todas las naciones). Ambos testamentos son aut nticos porque fueron inspirados por Dios mismo y porque conservaron su pureza a trav s de las edades por el cuidado y la providencia especial de Dios. Las Sagradas Escrituras deben traducirse al lenguaje com n de cada pueblo a donde se lleve la misma. Para que esta manera sea accesible la Palabra de Dios a todos, a fin de que puedan adorar a Dios de manera aceptable y obtener esperanza por medio de la paciencia y consolaci n de las Escrituras. El canon del Antiguo Testamento que los jud os actualmente reconocen como inspirado, es exactamente el mismo que los Evang licos reconocemos.