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La puerta de los tres cerrojos Sonia Fernandez-Vidal Colaboraci n de Sergio Barros 1 Preparado por Patricio Barros La puerta de los tres cerrojos Sonia Fernandez-Vidal NDICE. 1. Un mensaje misterioso 2. La casa de los tres cerrojos 3. Materia contra antimateria 4. El arte de tunelear 5. El hada cu ntica 6. El taller de Relojer a Relativa 7. Los gemelos 8. La familia est ndar 9. Teleportaci n 10. El centro de Inteligencia Cu ntico 11. Superposici n 12. El Maestro Zen-0. 13. El gato de Schr dinger 14. El Bosson de Higgs 15. Los peores vampiros del universo 16. Cr ptex cu ntico 17. El laberinto. La entrada del laberinto 18. El camino de la verdad 19. Los tres senderos 20. Shambla 21. Excelente cum laude 22. El templo 23. La despedida Diccionario para estudiantes aventajados Colaboraci n de Sergio Barros 2 Preparado por Patricio Barros La puerta de los tres cerrojos Sonia Fernandez-Vidal A mis maravillosos padres, Jos Miguel, e Irene, mi hermana Nuria, y mi alma gemela y compa ero Alberto.

La puerta de los tres cerrojos www.librosmaravillosos.com Sonia Fernandez-Vidal Colaboración de Sergio Barros 3 Preparado por Patricio Barros A mis maravillosos padres, José Miguel, e Irene, mi hermana Nuria, y mi alma gemela y compañero Alberto. Este libro es para vosotros, que, con amor, que me habéis acompañado y guiado a lo largo de mi ...

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1 La puerta de los tres cerrojos Sonia Fernandez-Vidal Colaboraci n de Sergio Barros 1 Preparado por Patricio Barros La puerta de los tres cerrojos Sonia Fernandez-Vidal NDICE. 1. Un mensaje misterioso 2. La casa de los tres cerrojos 3. Materia contra antimateria 4. El arte de tunelear 5. El hada cu ntica 6. El taller de Relojer a Relativa 7. Los gemelos 8. La familia est ndar 9. Teleportaci n 10. El centro de Inteligencia Cu ntico 11. Superposici n 12. El Maestro Zen-0. 13. El gato de Schr dinger 14. El Bosson de Higgs 15. Los peores vampiros del universo 16. Cr ptex cu ntico 17. El laberinto. La entrada del laberinto 18. El camino de la verdad 19. Los tres senderos 20. Shambla 21. Excelente cum laude 22. El templo 23. La despedida Diccionario para estudiantes aventajados Colaboraci n de Sergio Barros 2 Preparado por Patricio Barros La puerta de los tres cerrojos Sonia Fernandez-Vidal A mis maravillosos padres, Jos Miguel, e Irene, mi hermana Nuria, y mi alma gemela y compa ero Alberto.

2 Este libro es para vosotros, que, con amor, que me hab is acompa ado y guiado a lo largo de mi vida. Cap tulo 1. Un mensaje misterioso Niko se qued paralizado en la cama, perplejo por lo que acababa de aparecer en el techo de su habitaci n: SI QUIERES QUE SUCEDAN COSAS DIFERENTES, DEJA DE HACER SIEMPRE LO MISMO! La enigm tica frase se reflejaba, por alg n extra o efecto ptico, justo encima de su cabeza. Estaba acostumbrado a ver el reflejo de los coches que pasaban por la calle, y pod a incluso distinguir su color, pero nunca le hab a sucedido algo as . El grito de su madre hizo que abandonara aquel enigma y se incorporara de un salto. Niko, gandul, volver s a llegar tarde! Colaboraci n de Sergio Barros 3 Preparado por Patricio Barros La puerta de los tres cerrojos Sonia Fernandez-Vidal Mientras se vest a, evoc con amargura el d a anterior. Su est mago se retorci al recordar al profesor de f sica.

3 Ten a la mala costumbre de preguntarle justo cuando su cabeza estaba en las nubes, y ayer hab a metido la pata hasta el fondo. Toda la clase se hab a re do a su costa, incluida la chica que tanto le gustaba. Para acabar de empeorar las cosas, durante la hora de gimnasia, el coleccionista de novias de la escuela se hab a acercado a tontear con ella. Aquel presumido sin cerebro hab a conseguido m s avances en dos minutos que l en dos a os. Al verla re r tontamente, Niko hab a entendido que ella ser a la pr xima en formar parte de la colecci n. Se estremeci nada m s pensarlo. Hab a sido uno de aquellos d as en los que el universo entero parece estar conspirando contra uno. Mientras pensaba en sus calamidades, Niko se visti a toda prisa. Se enfund unos t janos rotos y la camiseta del d a anterior, que estaban encima de la silla. Con un r pido movimiento de manos, se pein el pelo y observ su reflejo en el espejo del armario.

4 Niko naci . con una peculiaridad: un ojo de cada color. Uno de ellos era azul y el otro verde. Sus padres esperaban que, al crecer, ambos ojos adoptar an un mismo color. Pero no fue as . A continuaci n, arrastr con el brazo los libros sobre su escritorio hasta meterlos en la mochila. Se dijo que ten a que ahorrar para comprarse una nueva. Aquella era demasiado infantil y no contribu a a que mejorara su ya escasa popularidad. Levant los ojos dando un suspiro, y entonces la volvi a ver. La frase misteriosa segu a reflejada en el techo. Intrigado, Niko arroj la mochila sobre la cama y sac la cabeza por la ventana, intentando deducir el origen de aquella extra a proyecci n. Ser a una campa a de publicidad? Pero no supo ver de d nde proced a. Se acord de la profesora de f sica que hab a sustituido a su enemigo durante un mes, a principios de curso. Se llamaba Blanca. Era muy guapa y simp tica, pero hablaba tan r pido cuando se entusiasmaba que se gan el apodo de Blancandecker.

5 Les hab a hablado de la reflexi n y la refracci n. Hab a entrado en clase con un espejo enorme. Tras apagar las luces, pidi a Niko que crease una nube con la tiza del borrador. Lo sacudi con la mano, y entonces ella encendi su linterna. Gracias a la nube de tiza, pudieron visualizar el camino recto que segu a el haz. Luego encendi las luces de nuevo y les propuso un ENIGMA: -Imaginaos una calle por la que circula un coche obscuro, sin luces. Todas las farolas de la calle est n apagadas. No hay resplandor de ninguna casa ni luz proveniente de los escaparates. De repente un Colaboraci n de Sergio Barros 4 Preparado por Patricio Barros La puerta de los tres cerrojos Sonia Fernandez-Vidal gato negro cruza por delante del coche. Sin embargo, el conductor frena a tiempo antes de atropellarlo. C mo ha conseguido verlo? En la clase se hizo un silencio expectante. Todos tem an que una mala respuesta diese como resultado un punto negativo en su expediente.

6 Blanca insisti un par de veces y, al no obtener respuestas, se resign a dar la soluci n: Nadie os ha dicho que fuese de noche. Era pleno d a, de modo que el conductor no tuvo problemas para verlo y parar. !! - Niko! El tono crispado de su madre hizo que renunciara a seguir buscando el origen del mensaje misterioso. Entr en la cocina y engull casi sin respirar el bol con cereales y leche mientras su madre lo sermoneaba. Como cada ma ana, baj . los escalones de dos en dos hasta llegar al portal. Abri la puerta de la entrada, como siempre, y mir la calle por la que sol a bajar hacia su instituto. De repente, se detuvo en el portal. Un escalofr o recorri su espalda al recordar las palabras que tanto le hab an intrigado unos minutos antes: Si quieres que sucedan cosas diferentes, deja de hacer siempre lo mismo. Instintivamente, gir la cabeza para mirar la calle cuesta arriba. Nunca hab a tomado esa direcci n para ir al instituto, porque implicaba dar un rodeo.

7 Adem s, la parte alta de aquella zona era solitaria y apenas hab a tiendas. Record como un chispazo unos versos que hab a visto en la carpeta de la listilla de la clase. Eran de un tal Robert Frost y dec an: Dos caminos se bifurcaban en un bosque, y yo, yo tom el menos transitado, y eso marc toda la diferencia. Inspirado por el mensaje misterioso y por el recuerdo de ese poema, Niko decidi . subir la cuesta en lugar de ir calle abajo. Pose do por un repentino entusiasmo, le pareci que era la primera vez que pasaba por all . Hab a detalles de la calle que le sorprend an, desde los colores de las fachadas a la fragancia de los rboles oto ales que brotaban en las aceras. Niko se sent a extra amente alerta, como si algo estuviera a punto de suceder. Era posible que se produjera alg n cambio s lo con dejar de hacer lo mismo? Acababa de hacerse esta pregunta cuando fren en seco. Al lado de una florister a cerrada descubri un viejo caser n en el que nunca hab a Colaboraci n de Sergio Barros 5 Preparado por Patricio Barros La puerta de los tres cerrojos Sonia Fernandez-Vidal reparado.

8 Y, sin embargo, hab a pasado unas cuantas veces por all . De eso estaba seguro. Levant la cabeza lleno de curiosidad. Pese a la altura del edificio, s lo hab a una ventana en el tercer piso. Estaba cegada con unos viejos postigos de madera. Todo hac a pensar que la casa estaba deshabitada. Niko mir inquieto la puerta de entrada. Era mucho m s nueva que el resto de la casa, que parec a a punto de derribo. Estaba hecha de una hermosa madera, en contraste con la de los ventanales del tercer piso que se ve a vieja y podrida. Y, m s extra o a n, la puerta estaba cerrada por tres robustos cerrojos . Aquello no ten a sentido. Por qu molestarse en sellar una casa decr pita y abandonada? Niko se fij en la poca gente que pasaba por all . Nadie reparaba en el caser n. Algunos miraban la florister a cerrada, y acto seguido su mirada saltaba al otro lado de la calle, como si no pudiesen ver aquella edificaci n.

9 Aunque iba a llegar tarde al instituto, se acerc a examinar de cerca los tres cerrojos que proteg an la puerta . Qu diablos habr a all dentro? A la izquierda de la puerta descubri un bot n rojo. Niko habr a jurado que aquel bot n no estaba all un segundo antes; era como si hubiera aparecido de repente cuando mir hacia aquel lado. Pero sab a que eso era imposible, as que asumi que le hab a pasado por alto. Deb a de estar m s dormido de lo que pensaba. Movido por la curiosidad, no pudo evitar pulsar el bot n. Sin saber qu excusa iba a dar, contuvo la respiraci n al o r el sonido del timbre al otro lado de la puerta . Pero antes de que volviese a respirar, Colaboraci n de Sergio Barros 6 Preparado por Patricio Barros La puerta de los tres cerrojos Sonia Fernandez-Vidal una voz extra amente lejana contest por el interfono: Sube, te est bamos esperando Colaboraci n de Sergio Barros 7 Preparado por Patricio Barros La puerta de los tres cerrojos Sonia Fernandez-Vidal Cap tulo 2.

10 La casa de los tres cerrojos Como no esperaba una respuesta, Niko trag saliva y se aclar la garganta. Pero tardaron en salirle las palabras. C mo puedo abrir los tres cerrojos ? Es obvio No te parece? Normalmente, todo cerrojo se abre con su llave, pero en esta casa es un poco distinto. Tenemos una sola llave para los tres cerrojos . El problema es que deben abrirse simult neamente. En este punto la voz abandon el interfono. Niko pens en la situaci n imposible que se le planteaba. C mo pod a abrir simult neamente los tres cerrojos con una sola llave que ni siquiera ten a? Aquello era un enigma comparable al del gato de Blanca. Y, como en aquella ocasi n, no ten a ni idea de c mo resolverlo. Dio unas cuantas vueltas al acertijo sin resultado. Levant la vista hacia la calle para relajarse. Una anciana paseaba tranquilamente, ajena a sus c balas. Sin darse por vencido, observ de nuevo los tres cerrojos .


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