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Neale Donald Walsch - Vidaplena.net

CCoonnvveerrssaacciioonneess CCoonn DDiiooss Vol men 2 Neale Donald Walsch T tulo Original: Conversations with God. Traducci n: Francisco J. Ramos 1997, Neale Donald Walsch INTRODUCCI N ste es un documento extraordinario. Es un mensaje de Dios, y en l, Dios sugiere una revoluci n social, sexual, educativa, pol tica, econ mica y teol gica en este planeta como nunca la hemos visto, y rara vez la imaginamos. Esta sugerencia se hace en el contexto de nuestros propios deseos manifestados como habitantes del planeta. Hemos dicho que elegimos crear una mejor vida para todos, elevar nuestra consciencia, buscar un mundo m s nuevo. Dios no nos condenar , no importa cual sea nuestra elecci n, pero si elegimos la que sugiere, l est dispuesto a mostrarnos el camino. Sin embargo, no nos obligar a aceptar Sus sugerencias. Ni ahora, ni nunca. Encuentro las palabras de este libro cautivadoras, inquietantes, desafiantes y ennoblecedoras a la vez. Son cautivadoras por cuanto me quitan el aliento con la esfera de acci n y la envergadura de su alcance.

Conversaciones Con Dios Neale Donald Walsch Página 3 de 115 Por lo tanto, este libro puede ser un poco más incómodo que el volumen previo.

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1 CCoonnvveerrssaacciioonneess CCoonn DDiiooss Vol men 2 Neale Donald Walsch T tulo Original: Conversations with God. Traducci n: Francisco J. Ramos 1997, Neale Donald Walsch INTRODUCCI N ste es un documento extraordinario. Es un mensaje de Dios, y en l, Dios sugiere una revoluci n social, sexual, educativa, pol tica, econ mica y teol gica en este planeta como nunca la hemos visto, y rara vez la imaginamos. Esta sugerencia se hace en el contexto de nuestros propios deseos manifestados como habitantes del planeta. Hemos dicho que elegimos crear una mejor vida para todos, elevar nuestra consciencia, buscar un mundo m s nuevo. Dios no nos condenar , no importa cual sea nuestra elecci n, pero si elegimos la que sugiere, l est dispuesto a mostrarnos el camino. Sin embargo, no nos obligar a aceptar Sus sugerencias. Ni ahora, ni nunca. Encuentro las palabras de este libro cautivadoras, inquietantes, desafiantes y ennoblecedoras a la vez. Son cautivadoras por cuanto me quitan el aliento con la esfera de acci n y la envergadura de su alcance.

2 Son inquietantes en cuanto me muestran a m mismo - y a la raza humana - en una forma que es muy perturbadora. Son desafiantes por que me fijan un reto como nadie ni nada lo ha hecho antes. El reto de ser mejor, el reto de ser la Fuente de un mundo en el cual el enojo, los celos mezquinos, la disfunci n sexual, la injusticia econ mica, las bufonadas educativas, la desigualdad social y los secretos pol ticos, las artima as y los juegos de poder ya no vuelvan a ser parte de la experiencia humana. Son ennoblecedoras por cuanto ofrecen la esperanza de que todo esto sea posible. Podemos realmente construir un mundo m s evolucionado? Dios considera que s , y todo lo que se requiere de nosotros es que en verdad elijamos hacerlo. Este libro es un di logo real con Dios. Es el segundo de una serie de tres vol menes que captan una conversaci n con la Deidad que se ha prolongado por m s de cinco a os y continua hasta el d a de hoy. Conversaciones Con Dios Neale Donald Walsch P gina 2 de 115 Es factible que ustedes crean que este material no proviene realmente de Dios, pero no es necesario que se convenzan de lo contrario.

3 Para m , lo nico importante es si el material mismo tiene alg n valor, induce a alguna iluminaci n, produce un despertar, enciende cualquier deseo renovado, o promueve alg n cambio fruct fero en nuestra vida cotidiana en la Tierra. Dios lo sabe, algo tiene que cambiar. No podemos seguir como hasta ahora. La trilog a Conversaciones con Dios empez con la publicaci n del primer libro de esta serie en mayo de Ese libro abord principalmente inquietudes personales y transform mi vida. De hecho, cambio muchas otras vidas. En unas cuantas semanas se convirti en un sorprendente xito de ventas, cuya distribuci n alcanz niveles extraordinarios. Par el final de su primer a o estaba vendiendo ejemplares al mes, y segu a en aumento. Desde luego, el "autor" de este libro era casi desconocido. Y es precisamente esta caracter stica la que hizo al documento tan fascinante y tan poderoso. Estoy profundamente agradecido por ser parte de este proceso, el proceso por medio del cual miles de personas pueden recordar de nuevo algunas grandes verdades.

4 Estoy personalmente complacido y muy feliz de que sean tantos los que han encontrado valor en la obra. Quiero que sepan que al principio estaba intensamente atemorizado. Se me ocurri que los dem s podr an pensar que estaba demente, que sufr a sue os de grandeza. O que, si cre an que le material de veras lo hab a inspirado el Creador, seguir an realmente el consejo. Y por qu me atemorizaba esto? Muy sencillo, sab a que todo lo que hab a escrito pod a estar equivocado. Entonces comenzaron a llegar cartas. Cartas desde todo el mundo. Y lo supe. En lo m s hondo, lo supe. Estaba en lo correcto. Era exactamente lo que el mundo necesitaba o r, en el momento correcto precisamente! (Desde luego, no existe lo "correcto" y lo "equivocado", excepto en la relativa experiencia de nuestro existir. Por consiguiente, lo que s que significa que el libro es "correcto" est dado por quienes y lo que decimos que queremos ser en este planeta.) Ahora aparece el Libro 2, y observo que temo de nuevo.

5 Este libro se ocupa de aspectos m s extensos de nuestra vida individual, as como de consideraciones geof sicas y geopol ticas de implicaciones mundiales. Como tal, este volumen comprender , sospecho, mucho m s conceptos con los que discrepar el lector promedio. Y por eso temo. Tengo miedo de que no les guste lo que leer n aqu . Me atemoriza que me consideren "equivocado" en parte de su contenido. Temo que agitar un avispero, armar una tormenta, provocar olas. Y, una vez m s, temo que podr a estar equivocado todo lo que expongo aqu . Ciertamente, deber a saber que no hay raz n para abrigar estos temores. Despu s de todo, no publiqu ya un primer libro? Pues bien, aqu esta el siguiente. Mi naturaleza humana de nuevo. Ver n, el objetivo de publicar estas transcripciones no es sacudir a nadie. S lo deseo honesta y directamente transmitirles a ustedes lo que Dios me comunic , en respuesta a mis preguntas. Le promet a Dios que difundir a estas conversaciones y no puedo quebrantar mi promesa.

6 Ustedes tampoco pueden faltar a la suya. Es obvio que prometieron dejar que se cuestionen uno tras otro sus pensamientos, ideas y convicciones. Sin duda, establecieron un profundo compromiso de crecer sin cesar. S lo una persona con ese compromiso podr a elegir un libro como ste. Por lo tanto, parece que estamos juntos en esta tarea. Y no hay nada que temer. Somos lo que somos, y hacemos lo que hacemos como resultado de esa situaci n, y todo lo que tenemos que hacer es permanecer fieles a esa condici n y no hay nada que temer. Ahora me doy cuenta de que creo que he sabido todo el tiempo que somos mensajeros, ustedes y yo. Si no lo fu semos, no estar a escribiendo esto, y ciertamente ustedes no lo estar an leyendo. Somos mensajeros, y tenemos trabajo por realizar. Primero, debemos asegurarnos de que entendemos claramente el mensaje que se nos ha dado en Conversaciones con Dios. Segundo, debemos integrar el mensaje en nuestra vida a fin de que se vuelva funcional.

7 Y tercero, tenemos que transmitir este mensaje a otros, llevando esta verdad a todos aquellos a cuya vida nos hemos acercado, con el recurso simple y exquisito de nuestro ejemplo. Me complace que hayan elegido emprender este viaje conmigo. Es mucho m s f cil y mucho m s divertido con ustedes que sin ustedes. Ahora caminemos juntos a trav s de estas p ginas. De vez en cuando ser un poco incomodo. No es como el libro anterior. Ese libro fue un abrazo de Dios; un estruj n intenso y c lido alrededor de los hombros. El libro 2 es una sacudida igualmente amorosa, pero m s desapacible y gentil de esos hombros. Una llamada a despertar. Un reto para alcanzar el siguiente nivel. Saben, siempre hay un siguiente nivel. A su alma - la cual vino aqu para la experiencia m s rica, no la m s pobre; la m xima, no la m nima - no le gustar a que descansaran. Y si bien la elecci n es siempre suya, su alma merece que nunca se vuelvan complacientes o se sientan autosatisfechos, y, ciertamente, que nunca se hundan en la apat a.

8 Hay demasiado que cambiar en su mundo, es mucho lo que deben crear a partir de lo que contiene su ser. Siempre hay una nueva monta a qu escalar, una nueva frontera qu explorar, un nuevo temor qu superar. Siempre hay un lugar m s imponente, un concepto m s extenso, una visi n m s grandiosa. Conversaciones Con Dios Neale Donald Walsch P gina 3 de 115 Por lo tanto, este libro puede ser un poco m s inc modo que el volumen previo. Toleren la incomodidad cuando la perciban. Sost nganse firmemente del bote si ste empieza a mecerse. Despu s vivan con un nuevo paradigma. Mejor a n, por medio del prodigio y el ejemplo de la propia vida que han llevado, ayuden a crear otra. Neale Donald Walsch Ashland, Oregon Marzo de 1997 1 Gracias por venir. Gracias por estar aqu . Est n aqu por una cita, es verdad; pero a n as , podr an no haberse presentado. Podr an haber decidido no cumplir con el compromiso. En cambio, eligieron estar aqu , a la hora convenida, en el lugar preestablecido, para que este libro llegara a sus manos.

9 Gracias. Ahora bien, si todo lo han hecho subconscientemente, sin saber siquiera qu estaban haciendo o por qu , parte de esto puede ser un misterio para ustedes, y se impone una peque a explicaci n. Empecemos pidi ndoles que observen que este libro ha llegado a su vida en el momento id neo y perfecto. Tal vez no lo sepan ahora, pero cuando terminen con la experiencia que les espera, lo sabr n sin ninguna duda. Todo sucede en un orden perfecto, y la llegada de este libro a su vida no es la excepci n. Lo que tienen aqu es lo que buscaban, lo que anhelaban durante largo tiempo. Lo que tienen aqu es el ltimo - y para algunos de ustedes tal vez el primero - contacto real con Dios. ste es un contacto, y es muy real. Ahora Dios va a sostener una conversaci n verdadera con ustedes a trav s de m . Hace unos cuantos a os, no habr a dicho esto; lo digo ahora porque ya establec ese di logo y s que es posible. Y no s lo es posible, sino que tiene lugar todo el tiempo.

10 As es como est ocurriendo, justo aqu y ahora. Es importante que entiendan que son ustedes, en parte, quienes ocasionaron que esto sucediera, as como procuraron que este libro se encuentre en sus manos en este momento. Todos motivamos la creaci n de acontecimientos en nuestras vidas, y todos, como co-creadores, participamos con el Gran Creador en la gestaci n de cada una de las circunstancias que condujeron a esos hechos. M primera experiencia de hablar con Dios ha nombre de ustedes ocurri en 1992-1993. Hab a escrito una carta enojada a Dios pregunt ndole por qu mi vida se hab a convertido en un monumento de lucha y fracaso. En todos los aspectos, desde mis relaciones rom nticas, mi vida de trabajo, mis interacciones con mis hijos, hasta mi salud - en todo - no estaba experimentando m s que lucha y fracaso. Mi carta a Dios demandaba saber por qu y qu se necesitaba para que funcionara mi vida. Para mi asombro esta carta recibi respuesta. C mo se respondi y cu les fueron esas respuestas se convirti en un libro, publicado en mayo de 1995 con el t tulo Conversaciones con Dios.


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