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paulo freire cartas a quien - pretende ensenar

paulo freire cartas a quien pretende - ensenar ~ siglo veintiuno ~ editores paulo freire es uno de los mejores y m s destacados pedagogos del siglo XX. Naci en 1921 en Reci fe, Brasil; fue profesor de escuela, creador de ideas y del llamado "M todo paulo freire ". Esta metodolog a fue utilizada en Brasil en campa as de alfabetizaci n y le acarre la persecuci n ideol gica, la prisi n despu s del golpe militar de 1964 y un largo exilio. Con su revolucionario m todo introdujo a los analfabetos en la complejidad del conocimiento como primer paso para ensanchar el horizonte del mundo, recuperar la dignidad y construir la esperanza. Sus obras, publicadas en gran parte por Siglo XXI Editores, ofrecen ideas claras y rotundas, sencillas y sugerentes, abiertas a todos los lectores.

riferia del aparato escolar sino a los educadores de niños que en­ señan todos los días en las aulas-, y que lo haga en estos térmi­ nos -no apuntándolos con el dedo, ni siquiera solidarizándose con ellos desde fuera, sino interpelándolos desde un "nosotros" en el que Freire se incluye--, sorprenderá sin duda a muchos, se­

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1 paulo freire cartas a quien pretende - ensenar ~ siglo veintiuno ~ editores paulo freire es uno de los mejores y m s destacados pedagogos del siglo XX. Naci en 1921 en Reci fe, Brasil; fue profesor de escuela, creador de ideas y del llamado "M todo paulo freire ". Esta metodolog a fue utilizada en Brasil en campa as de alfabetizaci n y le acarre la persecuci n ideol gica, la prisi n despu s del golpe militar de 1964 y un largo exilio. Con su revolucionario m todo introdujo a los analfabetos en la complejidad del conocimiento como primer paso para ensanchar el horizonte del mundo, recuperar la dignidad y construir la esperanza. Sus obras, publicadas en gran parte por Siglo XXI Editores, ofrecen ideas claras y rotundas, sencillas y sugerentes, abiertas a todos los lectores.

2 Recibi el t tulo de Doctor Honoris Causa en veintisiete universidades internacionales, entre numerosos reconocimientos, como el Premio UNESCO de Educaci n para la Paz, en 1986, y el Premio Andr s Bello de la Organizaci n de los Estados Americanos, como Educador de los Continentes. en 1992. Muri en San Pablo en 1997. Dise o de la cubierta: thal n kunst. Imagen de cubierta: Maria Lu sa Martfnez Passarge. biblioteca cl sica de siglo veintiuno Traducci n de Stella Mastrangelo paulo freire cartas a quien pretende - ensenar edici n revisada y corregida ~ siglo veintiuno ~ editores siglo veintiuno editores .rgentlna, Guatemala 4824 (cI4115 BUP), Buenoa Aires, Argentina siglo veintiuno editores, .. de Cerro del Agua 248, Delegaci6n Coyoac n (04510), , M xico siglo veintiuno de.

3 Palla edito .. Sector Foresta n01, Tres Cantos (28760), Madrid, Espa a freire , paulo cartas a quien pretende ense ar -2" ed. 5" Aires: Siglo Veintiuno Editores, 2010 / /160 p.; 21xl4 cm. (Biblioteca Cl sica de Siglo Veintiuno) ISBN 978-987-629-045-6 1. Teor a de la Educaci n 2. freire , paulo - Biografia 1. T tulo CDD T tulo original: Professora si".; tia nao: a quem m sa I'"I"IJinar @ 1993, Olho d'Agua 10 1994, Siglo XXI Editores, de @ 2002, Siglo Veintiuno Editores Dise o de interior: tholon kunst l" edici n argentina: 2002 2" edici n argentina, revisada: 2008 ISBN: 978-987-629-045-6 Impreso en Artes Gr ficas Delsur / / Solier 2450, Avellaneda en el mes de septiembre de 2010 Hecho el dep sito que marca la ley Impreso en Argentina / / Made in Argentina ndice Pr logo 11 pur Rosa Mar a Torres Introducci n 19 Primeras palabras: Maestra-t a: la trampa 23 Primera carta: Ense ar-aprender.

4 Lectura del mundo-Iectura de la palabra 45 Segunda carta: No permita que el miedo a la dificultad lo paralice 59 Tercera carta: "Vine a hacer el curso de magisterio porque no tuve otra posibilidad" Cuarta carta: De las cualidades indispensables para el mejor desempe o de las maestras y los maestros progresistas 67 75 8 cartas A quien pretende ENSE AR Quinta carta: Primer d a de clase 87 Sexta carta: De las relaciones entre la educadora y los educandos 97 S ptima carta: De hablarle al educando a hablarle a l y con l; de o r al educando a ser o do por l 107 Octava carta: Identidad cultural y educaci n 115 Novena carta: Contexto concreto-<:ontexto te rico 123 D cima carta: Una vez m s, la cuesti n de la disciplina 139 ltimas palabras: Saber y crecer-todo que ver 144 A Albino Femandes Vital, con quien experiment en la lejana infancia en Recife, en el grupo escolar Mathias de Albuquerque, algunos de los momentos de la pr ctica educativa discutida en este libro.

5 A Albino, con gran amistad jam s herida o lastimada por nada. AJandira Vital, tra da al mundo de mi bien querer por Albino. paulo freire Pr logo Cuando en junio de 1992 paulo freire me pidi escri-bir el prefacio para un libro suyo (un libro que -seg n me con-taba entusiasmado-se encontraba escribiendo en esos momen-tos y cuyo t tulo en portugu s ser a Professora sim, tia nao"'), me sent condecorada. No s lo por tratarse de un libro de paulo , sino por tratarse de ste en particular: un libro dirigido a los maestros -y, m s espec ficamente, a las maestras-de la escuela regular, no para acusarlos sino para defender su identidad y legi-timidad como docentes, no para lisonjearlos sino para desafiar-los, no para baJarles orientaciones sino para dialogar con ellos.

6 Que paulo freire escriba un libro dirigido expresamente a los maestros -no a los educadores de adultos que trabajan en la pe-riferia del aparato escolar sino a los educadores de ni os que en-se an todos los d as en las aulas-, y que lo haga en estos t rmi-nos -no apunt ndolos con el dedo, ni siquiera solidariz ndose con ellos desde fuera, sino interpel ndolos desde un "nosotros" en el que freire se incluye--, sorprender sin duda a muchos, se-guidores y opositores. Porque muchos, en WlO y otro lado, con-tin an viendo en freire el s mbolo de la antiescuela (la cr tica a la escuela confundida con su negaci n), el antimaestro (la cr tica .. Maestra s , t a no. En Brasil, los ni os de la escuela acostumbran decirle t a a la maestra, pero como en Buenos Aires y M xico esto no es as , el t tulo original no dir a nada, por lo que hemos preferido titular la edici n en espa ol con el subt tulo porrugu s: cartas a quien pretmdunse ar.)

7 [E.) 12 cartas A quien pretende ENSE AR al sistema personificada como cr itica al maestro) e incluso la antiense anza (la confusi n entre autoritarismoy autoridad, entre manipulaci n y ejercicio de la dim:tividad que supone toda relaci n pedag gica) . y es que, a menudo, como l mismo bien sabe y reclama, el freire que ha circulado de boca en boca y de cita en cita por el mundo es un freire simplificado, formulizado, unilateralizado, estereotipado a partir de un conjunto de nociones f~as --educa-ci n bancaria, alfabetizaci n, educaci n de adultos, concientiza-ci n, di logo, palabra generadora-y virtualmente suspendido en los a os sesenta y setenta, junto con sus dos primeros libros: La educaci n como pr ctica de la libertad (1965) Y Pedagog a del oprim J (1969).]

8 Muchos admiradores y cr ticos, incluso dentro de la pr~ pia Am rica Latina, desconocen su trayectoria durante los lti-mos veinticinco a os ( un cuarto de siglol): su experiencia de tra-bajo en Europa y frica; su reencuentro con el Brasil despu s del largo exilio; su gesti n como secretario de Educaci n del Munici-pio de San Pablo entre 1989 y 1991; su prol fica obra, siempre in-acabada, traducida a m ltiples idiomas y esparcida por todo el mundo; su continuo aprendizaje y su eterna disposici n para de-jarse sorprender por lo nuevo o lo no percibido con anterioridad. Me alegra ~ec a-Ia posibilidad de prologar este libro no s lo por su autor, sino por su interlocutor: los maestros, los grandes relegados de la globalizaci n educativa y de las pol ticas educa-tivas contempor neas.

9 En el mismo momento en que declaraci~ nes y acuerdos nacionales e internacionales coinciden en la cen-tralidad de la educaci n para el desarrollo individual y social, en la urgencia de una transformaci n educativa profunda que ase-gure no s lo cantidad sino calidad, y en el papel protag nico de los maestros en dicha transformaci n y en el logro de dicha ca-lidad, la situaci n de los maestros ha llegado a "un punto into-lerablemente bajo", seg n reconoce la propia Organizaci n Internacional del Trabajo (orr). Intolerablemente bajos y malos son los salarios, la calidad de vida, la autoestima, la valoraci n social, las condiciones de PR LOGO 13 ense anza, las oportunidades de fonnaci n y perfeccionamiento, el reconocimiento y la investigaci n del problema, y los presu-puestos destinados a resolverlo para tomar m nimamente viables los ambiciosos objetivos y metas planteados en el discurso educa-tivo de este ltimo decenio del siglo.

10 En realidad, la educaci n que algunos avizoran corno la educaci n del siglo XXI -televi-si n, video, computadoras y aparatos de todo tipo, modalidades a distancia, autodidactismo, ense anza individualizada, aprendi-zaje programado, paquetes multimedia-parecer a no incluir a los maestros y tener reservado para ellos, por el contrario, un proyecto de extinci n. La "cuesti n docente" es, en efecto, LA cuesti n por excelen-cia dentro de la problem tica educativa de la poca. Terna tab del cual nadie quiere hablar, t pico que ahuyenta el an lisis y el debate, asunto que no parece encajar en ninguna agenda ni pre-supuesto ni organigrama ni esquema clasificatorio. Las realidades son contundentes y se expresan a escala mun-dial: pauperizaci n y proletarizaci n de los maestros; nivel edu-cativo precario de amplios sectores del magisterio en servicio (incluyendo pobres niveles de alfabetizaci n y educaci n b -sica); reducci n de la matr cula y bajas expectativas y motivaci n de los aspirantes al magisterio (ser maestro o maestra corno l-timo recurso); ausentismo marcado; abandono de la profesi n; creciente incorporaci n de maestros emp ricos o legos; p rdida de identidad y legitimidad social del oficio docente; falta de oportunidades de avance y superaci n personal; huelgas y paros cada vez m s violentos, frecuentes y prolongados.


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