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TIC Y EDUCACIÓN Los medios digitales en la …

1 TIC Y EDUCACI N Los medios digitales en la educaci n Luis Alberto Lesmes S enz1 Elizabeth Rodr guez Roncancio2 Luz Dary Naranjo Colorado3 1 Universidad Aut noma de Colombia 2 Universidad Aut noma de Colombia 3 Universidad Aut noma de Colombia 2 Tras tres mil a os de explosi n, mediante tecnolog as mec nicas y fragmentarias, el mundo occidental ha entrado en implosi n. En las edades mec nicas extendimos nuestro cuerpo al espacio. Hoy, tras m s de un siglo de tecnolog as el ctricas, hemos extendido nuestro sistema nervioso central hasta abarcar todo el globo, aboliendo tiempo y espacio, al menos en cuanto a este planeta se refiere.

2 Tras tres mil años de explosión, mediante tecnologías mecánicas y fragmentarias, el mundo occidental ha entrado en implosión. En las edades mecánicas extendimos nuestro

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1 1 TIC Y EDUCACI N Los medios digitales en la educaci n Luis Alberto Lesmes S enz1 Elizabeth Rodr guez Roncancio2 Luz Dary Naranjo Colorado3 1 Universidad Aut noma de Colombia 2 Universidad Aut noma de Colombia 3 Universidad Aut noma de Colombia 2 Tras tres mil a os de explosi n, mediante tecnolog as mec nicas y fragmentarias, el mundo occidental ha entrado en implosi n. En las edades mec nicas extendimos nuestro cuerpo al espacio. Hoy, tras m s de un siglo de tecnolog as el ctricas, hemos extendido nuestro sistema nervioso central hasta abarcar todo el globo, aboliendo tiempo y espacio, al menos en cuanto a este planeta se refiere.

2 Nos estamos acercando r pidamente a la fase final de las extensiones del hombre: la simulaci n tecnol gica de la conciencia, por la cual se extender n, colectiva y corporativamente, al conjunto de la sociedad humana, de un modo muy parecido a como ya hemos extendido nuestros sentidos y nervios con los diversos medios de comunicaci n. Marshall McLuhan4 INTRODUCCI N Los avances en las tecnolog as de la informaci n y las comunicaciones originadas en el desarrollo de los procesos electr nicos digitales , han suscitado una avalancha de transformaciones sociales que se convierten en una constante en las ltimas d cadas.

3 Todos los procesos que enmarcan la actividad humana ven como consecuencia de tales acontecimientos innovaciones y cambios que remodelan sus actividades, t cnicas, funciones y fines. Los sistemas educativos no son ajenos a esta oleada de mutaciones. No obstante, que se caracterizan por ser altamente burocratizados y lentos en responder a cambios, actuando s lo bajo presiones sociales, a n sin comprender su finalidad (Guti rrez, 2003, p g. 11). La revoluci n de la informaci n (Dertouzos, 2003, p g. 26) en la que nos encontramos inmersos implica nuevas formas de comunicarse y en consecuencia nuevos modelos para los elementos que constituyen el proceso comunicativo, por ejemplo: nuevos medios , lenguajes, c digos, mensajes, interlocutores, temas y usos.

4 Tales transformaciones exigen de quienes participan en el proceso, del desarrollo de unas nuevas habilidades que permitan su natural desempe o en las condiciones que ahora se le imponen. La responsabilidad de quienes lideran los procesos educativos, apunta necesariamente a la consolidaci n de unas adecuadas destrezas y conocimientos en la construcci n de esa nueva manera de comunicarse y su apropiaci n pertinente, como una forma de actualizar los sistemas educativos y sus contextos, para que responda a los fines ltimos de la educaci n como herramienta de transformaci n social (Guti rrez, 2003, p g.)

5 11). C mo entender la aplicaci n de los medios digitales en la educaci n cuando no se han empezado a usar de manera estructural en lo m s profundo de los procesos educativos? La escuela como instituci n permanece inalterable y casi ninguna de sus pr cticas ha sido tocada por la influencia de la tecnolog a. Esta propuesta reflexiona sobre una mirada global del problema en busca de una estrategia para su soluci n. 4 McLuhan, 1994, p g. 25 3 INTRODUCCI N Los procesos educativos, como cualquier otra actividad humana, se ven permeados por la influencia de las transformaciones sociales y tecnol gicas que afectan al mundo.

6 Es claro sin embargo, que la estructura r gida que caracteriza a las instituciones educativas y su poca maniobrabilidad les ha mantenido lejos de las m s profundas transformaciones que el modelo digital ha impuesto en otros espacios del quehacer del hombre. Las incidencias de las nuevas tecnolog as son marginales y con frecuencia no contribuyen adecuadamente con el objetivo final que la educaci n se ha impuesto en el contexto donde se aplica. La escuela como instituci n, se mantiene inamovible y la mayor parte de los procesos de ense anza aprendizaje que all se llevan a cabo se mantienen distantes de la tecnolog a (Buckingham, 2007, p g.)

7 12). Abundan las promesas que los gur s de la educaci n, las ciencias y la tecnolog a hacen sobre el potencial que las computadoras tienen para revolucionar la educaci n y se han atrevido incluso a predecir la pronta desaparici n de la escuela (Papert, 1984, p g. 39) (Illich, 1985), as como la implementaci n de una educaci n individual, personalizada y como acto privado (Papert, 1980, p g. 37), todo ello motivado por la tecnolog a. Sin importar las condiciones dadas y las predicciones optimistas, los sistemas educativos ven con cierta impotencia la forma como las tecnolog as digitales llenan los espacios vitales de los j venes, sin que puedan ellos incorporar de manera similar estas herramientas en sus procesos.

8 La Internet, la telefon a celular, los videojuegos, los reproductores de audio y la televisi n interactiva, son medios que acompa an la vida diaria y colman los espacios de ocio y entretenimiento de ni os y adolecentes. Pero sus aportes desde los procesos formales de ense anza aprendizaje son escasos y subsidiarios. Los medios digitales han logrado penetrar la vida cultural de los j venes de casi todos los segmentos de la sociedad y con su agenciar se ha desatado un c mulo de transformaci n en la idiosincrasia que los caracteriza. Las instituciones educativas, distantes a los procesos culturales, han abordado la tecnolog a con un enfoque instrumentalista que desconoce los alcances profusamente transformadores que manan de su incidencia.

9 Al respecto dice Jes s Martin-Barbero (2006, p g. 14): Ubicada en el exterior del modelo pedag gico y comunicativo, la tecnolog a s lo puede contribuir a modernizar el decorado de la ense anza pero no a la transformaci n radical de las estructuras o las metodolog as ni las pr cticas de aprendizaje. Y ello a n m s en sociedades como las nuestras, en las que la mentalidad escolar sigue ubicando la tecnolog a no s lo fuera del aula sino por fuera de la Tanto la tecnolog a como la ciencia parecieran pertenecer escolarmente al humanistamente desmontado mbito de la raz n instrumental y para nada al de la inteligencia comprensiva ni la expresiva.

10 Y as nos va: Latinoam rica cuenta con un buen n mero de premios Nobel en literatura, pero cu ntos en ciencias? 4 Ese enfoque instrumentalista que lleva a que el sistema educativo vea en la revoluci n digital un conjunto de elementos t cnicos y no una tecnolog a nueva que afecta la comunicaci n y por lo tanto altera los procesos sociales y culturales, ha suscitado usos inapropiados de estos medios o peor a n, su carencia. Los modelos tecnol gicos son fundamentales en el desarrollo de la historia y han orientado y definido los modelos socioecon micos, pol ticos e ideol gicos a trav s de los siglos y a lo ancho del planeta.


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