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Libro de estilo - Real Academia Española

Libro de estilode la lengua espa olaseg n la norma panhisp 525/10/18 07:5725/10/18 07:57 ndice generalPresentaci n. Para mejorar el estilo 13Gu a de uso de la obra 19 Cuestiones gramaticales 21 Cuestiones ortogr ficas 85 Cuestiones de ortotipograf a 149 Pronunciaci n y elocuci n 211 Escritura y comunicaci n digital 269C mo aprovechar el diccionario 313 Glosario 335Ap ndices 4751 Modelos de conjugaci n 4762 Tabla de numerales 4823 Lista de abreviaturas 4844 Lista de s mbolos alfabetizables 4925 Lista de s mbolos no alfabetizables 1126/10/18 10:54 Presentaci nPara mejorar el estiloDefi ne nuestro Diccionario el estilo como manera de escribir o de hablar . Una lengua dec a Amado Alonso ha sido lo que sus hablantes hicieron de ella, es lo que est n haciendo, ser lo que ha-gan de ella . Superada la idea positivista y biologista de una evolu-ci n natural del lenguaje, ajena a cualquier acci n voluntaria del hombre, esa afi rmaci n idealista de don Amado nos sit a a cuantos hablamos espa ol ante nuestra responsabilidad institucional y co-lectiva respecto del idioma.

pondiente de la española. En 1951 se creó la Asociación de Acade-mias de la Lengua Española (ASALE), que desde comienzos de este siglo lleva adelante una política lingüística panhispánica. Supone esta la participación efectiva en pie de igualdad de todas las acade-mias en la preparación de las obras fundamentales. Uno de los prime-

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1 Libro de estilode la lengua espa olaseg n la norma panhisp 525/10/18 07:5725/10/18 07:57 ndice generalPresentaci n. Para mejorar el estilo 13Gu a de uso de la obra 19 Cuestiones gramaticales 21 Cuestiones ortogr ficas 85 Cuestiones de ortotipograf a 149 Pronunciaci n y elocuci n 211 Escritura y comunicaci n digital 269C mo aprovechar el diccionario 313 Glosario 335Ap ndices 4751 Modelos de conjugaci n 4762 Tabla de numerales 4823 Lista de abreviaturas 4844 Lista de s mbolos alfabetizables 4925 Lista de s mbolos no alfabetizables 1126/10/18 10:54 Presentaci nPara mejorar el estiloDefi ne nuestro Diccionario el estilo como manera de escribir o de hablar . Una lengua dec a Amado Alonso ha sido lo que sus hablantes hicieron de ella, es lo que est n haciendo, ser lo que ha-gan de ella . Superada la idea positivista y biologista de una evolu-ci n natural del lenguaje, ajena a cualquier acci n voluntaria del hombre, esa afi rmaci n idealista de don Amado nos sit a a cuantos hablamos espa ol ante nuestra responsabilidad institucional y co-lectiva respecto del idioma.

2 Porque la lengua la hace el pueblo y es del pueblo. El poeta latino Horacio lo explic con toda claridad en su Arte po tica: Como el bosque muda de follaje al declinar del a o y caen las hojas m s viejas, de la misma manera perece la generaci n antigua de pala-bras y, al modo de los j venes, fl orecen y tienen br o las nacidas hace poco [..]. Rebrotar n muchas palabras que ya hab an ca do y caer n las que ahora est n de moda, si as lo quiere el uso, en cuyo poder residen el arbitrio, la autoridad y la norma de la lengua (vv. 60-62 y 70-72).Cuando en el siglo XVIII la real Academia Espa ola se presenta en sociedad con su Diccionario, advierte que ella no es maestra, ni maestros los acad micos, sino unos jueces que con su estudio han juzgado las voces; y para que no sea libre [arbitraria o sin funda-mento] la sentencia, se a aden los m ritos de la causa, propuestos en las autoridades que se citan.

3 Se refi ere a los dos o tres ejemplos de uso que avalan que esa palabra incorporada es limpia, pura, cas-tiza y espa ola . Castiza quer a decir ah que es patrimonial, que pertenece a la casta, y que lo que expresa es claro y 1325/10/18 07:5725/10/18 07:5714 PRESENTACI NNo se limitaban los acad micos a buscar t rminos en los gran-des autores literarios que lo hac an , sino que se mov an a la vez en lo que podemos llamar mbito de lo cotidiano y vulgar. Rebasan-do, pues, lo cortesano, incorporaba el Diccionario voces anticuadas, bajas o b rbaras, preocup ndose, eso s , de califi carlas como tales, seg n el uso y arbitrio de los hablantes que, con ello, constitu an la el primer momento se tuvo conciencia de la unidad y va-riedad del espa ol peninsular y el americano. Tras la independencia de la metr poli, se form en cada rep blica una Academia corres-pondiente de la espa ola.

4 En 1951 se cre la Asociaci n de Acade-mias de la lengua Espa ola (ASALE), que desde comienzos de este siglo lleva adelante una pol tica ling stica panhisp nica. Supone esta la participaci n efectiva en pie de igualdad de todas las acade-mias en la preparaci n de las obras fundamentales. Uno de los prime-ros proyectos fue, precisamente, el del Libro de estilo , que se anunci en el II Congreso Internacional de la lengua Espa ola (2001), y se aplaz entonces para dar prioridad a los c digos b sicos de la lengua , el Diccionario, la Gram tica y la Ortograf a, y al Diccionario panhis-p nico de dudas, concebidos desde la nueva norma panhisp nica tiene un car cter polic ntrico, lo que signifi ca el reconocimiento de las variedades ling sticas de cada regi n que se integran en la armon a de la unidad. Como aclara el pr logo de la Nueva gram tica, unas construcciones gramaticales son comunes a todos los hispanohablantes, mientras que otras se documentan en una determinada comunidad o se limitan a una poca.

5 Pero, adem s, esas construcciones gozan de prestigio social o carecen de l. Los hablantes mismos consideran que unas cons-trucciones gramaticales son propias del discurso formal y que otras est n restringidas al habla coloquial; que corresponden a la lengua oral, escrita o que son comunes a ambas; que forman parte de la lengua general com n o que, por el contrario, est n limitadas a un tipo de discurso, el cient fi co, el period stico, el infantil, etc. Las re-comendaciones de las academias se basan, por tanto, en la percep-ci n que tienen de los juicios ling sticos que los hablantes conside-rados cultos llevan a cabo sobre la lengua, y de cuyos usos tienen d a consultan digitalmente el Diccionario millones de per-sonas. Cada d a, tambi n, centenares de hispanohablantes acceden al servicio de Espa ol al d a de la RAE, y a los afi nes que 1425/10/18 07:5725/10/18 07:5715 PARA MEJORAR EL ESTILOnan en las academias hermanas, para plantear sus dudas l xicas, gramaticales u ortogr fi cas.

6 Este Libro de estilo nace para colaborar en la oferta de soluciones. Se dice la jueza o la juez?, los guardiaciviles o los guardiasciviles? Es mejor decir buenos d as, como en Espa a, o buen d a, como se hace en algunos pa ses americanos?; adecuo o adec o? Es correcto terminar un discurso diciendo Por ltimo, agradecer su asistencia ?.. Y as en la boca de m s de quinientos cincuenta millones de ha-blantes, la lengua espa ola evoluciona y cambia cada d a. Este Libro de estilo se ocupa, fundamentalmente, de las dudas y variaciones que, en relaci n con la Nueva gram tica, incluida la Fon tica, y la Ortograf a, consensuadas por todas las academias, se han produci-do desde su publicaci n hace pocos a os. No se trata, pues, de ofre-cer aqu tratados completos. Se seleccionan tan solo en cada uno de esos campos aquellos puntos que ofrecen dudas frecuentes o cuyo conocimiento y uso garantiza un espa ol correcto y m s rico en su expresi los ltimos a os se viene comprobando, por ejemplo, en las intervenciones p blicas una relajaci n de la expresi n oral o ento-naci n de la lengua espa ola: se descoyuntan las estructuras grama-ticales elementales, se dislocan los ritmos y se introducen al albur soniquetes arbitrarios.

7 Retomando los estudios b sicos de la fon ti-ca espa ola, aunque sin pretender agotar todas las variedades de Espa a y Am rica, se trazan aqu las l neas b sicas de Pronuncia-ci n y elocuci n que permitir n reconstruir la amalgama de des-viaciones caprichosas y ennoblecer, en cambio la entonaci n de nuestra mismo tiempo, explora el Libro de estilo y estudia nuevos es-pacios de realizaci n de la lengua espa ola. Por primera vez en el conjunto de las publicaciones acad micas se dedica un cap tulo ex-tenso a la ortotipograf a, que el Diccionario defi ne como Conjunto de usos y convenciones particulares por las que se rige en cada len-gua la escritura mediante signos tipogr fi cos . Es, dicho de otro modo, la ortograf a peculiar de la escritura no manual , seg n el acad mico Francisco Rico, quien considera que debiera aprender-se ya en la escuela y, hace a os, pensando en ello, propuso la crea-ci n de este Libro de 1525/10/18 07:5725/10/18 07:5716 PRESENTACI NSe completa la ortotipograf a en el cap tulo de Escritura y co-municaci n digital.

8 En l, tras analizar los elementos de apoyo, emoticonos y otros refl ejos de la oralidad, as como los neologismos, pr stamos y extranjerismos, se estudian en detalle el correo elec-tr nico, las p ginas web, el periodismo digital, los chats, los guasaps y la mensajer a instant nea, y, en fi n, el complejo fen meno de las redes el Libro en lo que es su germen y compendio: un riqu -simo Glosario de 138 p ginas, donde se explican t rminos t cnicos empleados a lo largo de la obra lo que permite localizar al instante las dudas o cuestiones de inter s y se recogen las voces y locucio-nes m s vivas en nuestro tiempo en el l xico espa ol contempo-r neo. No todas pertenecen al espa ol general: muchas se incluyen porque plantean dudas a hispanohablantes de distintos pa ses. Tambi n para resaltar la riqueza de la diversidad. Va precedido el Glosario de un cap tulo sobre C mo aprovechar el diccionario.

9 En l se afrontan su naturaleza y t cnica de composici n, as como el sentido y funci n de las abreviaturas que preceden y jalonan cada registro. Ello servir de gu a efi caz para sacar el mayor provecho de la consulta de este tesoro, que se ampliar en su pr xima edici n digital. Completa el estudio la informaci n sobre otros diccionarios acad atenci n que los hispanohablantes prestan a su compromiso con el idioma var a con el tiempo. Hubo pocas en la historia en las que los hablantes enriquecieron nuestra lengua. En los con toda justicia llamados siglos de oro todos los pa ses de Europa se es-forzaron en mejorar sus respectivas lenguas vern culas, confi ri n-doles mayor capacidad de creaci n de pensamiento y de hermosura de expresi n. Fue entonces cuando, como anticipaba Nebrija, fl ore-cieron las artes de la paz. En su Di logo sobre la dignidad del hombre explicaba Fern n P rez de Oliva que con cada palabra creaba el hombre mundos nuevos al tiempo que con el trabajo de sus manos era capaz de crear nuevas formas en la ciencia aplicada y en la t con ellos otros tiempos posteriores en los que el uso de la lengua se empobreci.

10 Como en el ltimo cuarto del si-glo XIX, cuando do a Emilia Pardo Baz n confesaba avergonzada: hemos hecho una Espa a baja, de tapiz de Goya o de sainete . Or-tega y Gasset ense ar a poco m s tarde que para regenerar ese pa s ca do, antes que una educaci n pol tica, era necesaria como base 1625/10/18 07:5725/10/18 07:5717 PARA MEJORAR EL estilo indispensable una educaci n de la sensibilidad, y que esta solo se logra con el cuidado de la palabra. No vivimos tiempos mejores. El descuido generalizado en el uso por las j venes generaciones de la lengua espa ola ha llevado a califi carlo como paup rrimo y zarra-pastroso. El Libro de estilo de la lengua espa ola seg n la norma panhisp -nica quiere estimular una reacci n y ayudar a mejorar, de una ma-nera sencilla y cercana, el conocimiento de nuestro idioma y el estilo con el que hablamos o 1725/10/18 07:5725/10/18 07:5794O-34 PALABRAS CON SECUENCIAS DE VOCALES Y CONSONANTES34 penalti, no Upenalty; Toni, no UTony.


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