Example: air traffic controller

Sujetos, disciplina y curriculum - terras.edu.ar

Sujetos, disciplina ycurriculum en los or genes del sistema educativoargentino (1885-1916)Adriana Puiggr sHistoria de la Educaci n Argentina 1 Editorial Galerna3 edici n: diciembre de : 950-556-260-2 1990 Editorial Galerna Charcas 3741,Buenos AiresEste material se utiliza con finesexclusivamente did cticos2 INDICEI ntroducci 9 PRIMERA PARTEA lternativas pedag gicas e historia de la educaci nCap tulo 1 Recaudos metodol gicos ..13 Las alternativas pedag gicas ..14 Totalidad, articulaci n y contradicci n en la investigaci n de las alternativas pedag gicas .. 24 Desarrollo desigual, asincr nico, heterog neo y combinado de la educaci n .. 28El sujeto pedag 29 Periodizaci n y presupuestos ..33 Per odo 1885-1916 .. 37 Citas de la primera 52 SEGUNDA PARTEL uchas pol tico-pedag gicasCap tulo 2T tulos del 55 Los l mites de la disidencia.

Sujetos, disciplina y curriculum en los orígenes del sistema educativo argentino (1885-1916) Adriana Puiggrós Historia de la Educaciòn Argentina 1

Tags:

  Historia, Historia de

Information

Domain:

Source:

Link to this page:

Please notify us if you found a problem with this document:

Other abuse

Transcription of Sujetos, disciplina y curriculum - terras.edu.ar

1 Sujetos, disciplina ycurriculum en los or genes del sistema educativoargentino (1885-1916)Adriana Puiggr sHistoria de la Educaci n Argentina 1 Editorial Galerna3 edici n: diciembre de : 950-556-260-2 1990 Editorial Galerna Charcas 3741,Buenos AiresEste material se utiliza con finesexclusivamente did cticos2 INDICEI ntroducci 9 PRIMERA PARTEA lternativas pedag gicas e historia de la educaci nCap tulo 1 Recaudos metodol gicos ..13 Las alternativas pedag gicas ..14 Totalidad, articulaci n y contradicci n en la investigaci n de las alternativas pedag gicas .. 24 Desarrollo desigual, asincr nico, heterog neo y combinado de la educaci n .. 28El sujeto pedag 29 Periodizaci n y presupuestos ..33 Per odo 1885-1916 .. 37 Citas de la primera 52 SEGUNDA PARTEL uchas pol tico-pedag gicasCap tulo 2T tulos del 55 Los l mites de la disidencia.

2 60La revoluci n pac fica .. 70 Los temas del reformador .. 74 Cap tulo 3 Heredando al sujeto sarmientino .. 77 Elaboraciones del implantaci n pedag gica ..80 Liberalismo pedag gico argentino y liberalismo pedag gico latinoamericano .. 84 Las masas populares y el sujeto pedag gico sarmientino .. 86 Vergara y el sujeto pedag gico sarmientino .. 88 Las capas dirigentes como sujeto de la educaci n .. 90 Sujeto pedag gico y normalizaci 99 Los inmigrantes como educadores y las sociedades populares de educaci n .. 102La teor a del buen salvaje .. 106 Una mirada a la realidad educativa .. 111 Cap tulo 4 Sujeto pedag gico y control 115 Discurso m dico y discurso escolar .. 117 Las clasificaciones de los sujetos de la educaci n .. 126V ctor Mercante y la represi n.

3 139 Hegemon a y educaci n en Joaqu n V. Gonz lez .. 155 Cap tulo 5 Hab a otras 167El pensamiento pedag gico de Carlos N. Vergara .. 189El pueblo debe educar .. 200 Los l mites del sujeto krausista y 208 Vergara y el 214La imposibilidad de sutura entre Vergara y el socialismo .. 229 Citas de la segunda parte .. 2403 TERCERA PARTELa t ctica escolarCap tulo 6 Disciplinar el 261 Los normalizadores propician alternativas de 264"La obediencia" .. 271 Los socialistas propician la evoluci n del curriculum .. 273 Los anarquistas tambi n ense an .. 279 Los democr ticos radicalizados en los recodos del curriculum .. 28 JCap tulo 7 Las t cnicas de la subordinaci n .. 295El control del tiempo .. 299 Espacio escolar y control social .. 303 Prevenci n m dica y separaci n de los 315El modelo m dico en la t ctica escolar.

4 319 Cap tulo 8 Distinciones escolares y 327 Citas de la tercera parte .. 347 CUARTA PARTEA lgunas conclusiones .. 357 Citas de la cuarta parte .. 3724 CAP TULO 4 Sujeto pedag gico y control socialLa utilizaci n del espacio y del tiempo educativos para generar y disciplinar sujetos sociales fue unaestrategia integrante de la concepci n sarmientina, usada intensamente por las generaciones posteriores al80, que la convirtieron en una operaci n de control social. Comenzaba tal operaci n con la elecci n de losmodelos de sistematizaci n de aquel espacio y de aquel tiempo. As , desde el sistema escolar, lospositivistas elaboraron estrategias normalizadoras cuyo punto de apoyo fue la instauraci n de un ritualmoderno, capaz de sustituir, al menos superficialmente, el discurso pedag gico eclesi stico, y los discursospedag gicos familiares y de clase del hijo del era, a fines del siglo XIX y principios del XX, una tarea creativa.

5 En efecto, el sistemaeducativo estaba en plena construcci n y a n no se hab a terminado de producir la sustituci n de losmaestros pertenecientes al viejo sistema, que no hab an pasado por las escuelas normales. Para la sujeci ndel educando, se eligi la v a de la imposici n disciplinaria. Se trataba de una operaci n que exige, comose ala Foucault149 del uso de varias t cnicas. Se utilizaron varias de ellas para la distribuci n de losindividuos y los grupos en el espacio pol tica, f sico y psicol gico, entre las cuales debe destacarse la t cnicade la clausura. Imaginando formas de encerrar, aislar, eliminar las conexiones con los otros, de los sectoresde la sociedad que eran disonantes con el perfil del escolar futuro ciudadano, elegido como modelo por laclase dirigente, la discusi n sobre la educaci n de los presos, los infradotados y los extremistas interes alos criminalistas, psic logos y pedagogos de la poca.

6 Pero el tema crucial result ser te rico, pues eranecesario llegar a acuerdos sobre la caracterizaci n de la poblaci n que ser a clausurada f sicamente, yacordar justificaciones de esa caracterizaci n. A continuaci n, se presentaba con mayor fuerza el problemade la clausura cultural. Si la "barbarie" era una abstracci n y una repetici n constante de elementos, serequer a definir los contenidos que se le adjudicaran, para construir barreras pol tica-culturales queimpidieran su difusi n. Ser a necesario definir las distancias, los l mites y los matices. No bastar a, entonces,con abrir las c rceles para los anarquistas, los ladrones y los asesinos; ser a necesario crear una escala m selaborada de categor as sociales, afinar los mecanismos de distinci n y reclasificaci n de los sujetossociales ingresantes a la maquinaria escolar, dentro del sistema de ense anza y dise ar los caminos de saliday sus destinos darwinismo social proporcion justificaciones necesarias para que quedara planteada la discusi nsobre las divisiones m s espec ficas, las distinciones m s finas.

7 Como hemos visto, el inmigrante pas albanquillo de los acusados y fue juzgado su grado de evoluci n, su inteligencia, su capacidad de aprendizajey de adaptaci n al medio, su bondad o maldad innatas, su inferioridad o superioridad respecto a losargentinos "civilizados" y al pueblo. Tambi n el adulto, inmigrante o nativo analfabeto. Y todos los alumnosque no se adaptaban a las reglas que se iban estableciendo en las escuelas. Y la inversi n de la situaci n del inmigrante, que ya hemos examinado, es un ejemplo interesante deun hecho se alado por Foucault, quien dice: "en la disciplina , los elementos son intercambiables, puesto quecada uno se define por el lugar que ocupa en una serie, y por la distancia que lo separa de los otros.

8 "150El tipo de cohesi n social de la Argentina nacido de la Rep blica Conservadora, est basado en ladisciplina, en la relaci n entre los diversos rangos y el cruce entre ellos (inmigrante/adulto;inmigrante/adulto/muj er; ni o/nativo/provinciano; mal alumno/nativo/mujer; etc.). Esa modalidad queadopt la unidad social adjudic ciertas funciones a educadores, m dicos y psic logos "normalizadores".Una funci n te rica, dirigida a poner uno de los pilares de la cultura pol tica argentina: la justificaci n de ladistribuci n de los rangos y sus combinaciones, y su imposici n como categor as permanentes, aunquevac as, es decir su implantaci n como sistema de relaciones. Otra, pol tico pedag gica: la designaci n de losgrupos y de los espacios que ellos ocupar an, en ese momento hist s del 80, afianzado el poder nacional en manos de la oligarqu a portuaria y con el pa s llenode inmigrantes que disputaban espacios econ micos, pol ticas y sociales, era necesario recrear la categor a"poblaci n" utilizada en la pedagog a sarmientina.

9 Se dar a una nueva vuelta de tuerca a la propuestasarmientina de despolitizaci n del sujeto pedag gico. La oligarqu a guardaba para s el derecho a barajar ydar de nuevo, para repartir los lugares estableciendo las relaciones entre los grupos ubicados en diversos 149 Foucault, Michel. Vigilar y castigar. Siglo XXI, M xico, 1978, p. Ibidem, p. Regular ese sistema de relaciones sociales y controlar los mecanismos de su reproducci n requer aestablecer mediaciones que impidieran el reconocimiento de tales operaciones y su "naturalizaci n".Convertir en "natural" el sistema disciplinario, los rangos y sus articulaciones, fue una tarea a la cual lasdiversas versiones del positivismo, el naturalismo, el darwinismo social, la criminolog a, las tipolog as, etc.

10 ,prestaron un gran aporte. El discurso ''cient fico'' tuvo posibilidades de arraigo, porque estableci articulaciones adecuadas con la distribuci n material de los lugares m dico y discurso escolarLas razones por las cuales el modelo m dico calz perfectamente en aquella estrategia, son sin dudacomplejas. Pueden se alarse, entre otras, el alto consenso entre la poblaci n del lenguaje de la medicina ylos poderes m gicos que se le atribu a, especialmente incrementados a pocas d cadas de las epidemias de1867,1868, 1871, 1886 y 1887. Tambi n puede haber incidido la prioridad que tomaba el tema del cuerpo,en una poblaci n inmigrante que ve a bruscamente cambiadas sus condiciones de vida, sus par metros y sush bitos higi nicos, alimenticios, de relaci n sexual y social.


Related search queries